Rafaél Cordero Molina

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NACIO: 1790

MURIO: 1868

FUE: Maestro



El maestro Cordero, nacido en San Juan el año 1790, era hijo del artesano Lucas Cordero natural de San Juan y de Rita Molina, natural de Arecibo. Ambos padres eran negros libres y con cierto grado de instrucción pues fueron ellos quienes enseñaron las primeras letras a su hijo Rafael y a otros niños negros, porque en la única escuela existente solo se admitía a los blancos. Lo mismo que Rafael hizo más tarde, no cobraron ellos absolutamente nada por sus enseñanzas.

Tan pronto como Rafael aprendió a leer se dedicó asíduamente a ampliar por cuenta propia sus escasos conocimientos y, gran aficionado a la lectura, se formó una cultura autodidacta suficiente para el ejercicio de instructor de primera enseñanza.

Rafael Cordero Molina, se ganaba la vida con el oficio de tabaquero, pues jamás quiso cobrar nada por sus clases.  En 1810 abrió su primera escuelita en San Germán para impartir la instrucción elemental a los niños negros y mulatos, privados de asistir a las escuelas de los blancos. Esto ocurría 35 años antes de que en Puerto Rico se organizara oficialmente por el gobierno la enseñanza primaria.  Más tarde   tuvo su escuelita en la calle de la Luna de San Juan, que atendió sin interrupción hasta su muerte.  En ella enseñaba a leer, caligrafía, elementos de aritmética y doctrina cristiana.  Asistían también niños blancos pobres y algunos ricos, por la fama que tenía de enseñar a leer de corrido en poco tiempo.

Después de muchos años de ejercer generosamente el magisterio de modo privado, La Sociedad Económica de Amigos del País quiso premiar sus servicios a la comunidad con una donación de cien pesos, pero el maestro rechazó el premio diciendo que loque hacía era su vocación.  Como lo obligaran a aceptarlo distribuyó la mitad del dinero entre sus alumnos más necesitados y la otra mitad entre los pordioseros reunidos por sus discípulos, quienes invitados por él asistieron al acto de la entrega del premio.

En 1860, luego de 50 años de instruir gratuitamente, el Gobierno Municipal de San Juan le concedió el título de Maestro Incompleto con una paga de 15 pesos mensuales.   Igualmente se rehusaba a aceptar dicha renumeración, pero ante la insistencia de sus amigos terminó resignandose y aceptándola.

A la edad de 78 años muere en San Juan en 1868. En 1891 el Ateneo Puertorriqueño instaló solemnemente el retrato del Maestro Cordero en sus salones, ejecutado por el gran pintor Oller, en homenaje póstumo al pionero de la instrucción para las clases más humildes de Puerto Rico.