Luis Muñoz Marín

NACIO:  1898

MURIO:  1980

FUE: Gobernador de Puerto Rico



Nació en San Juan, el 18 de febrero de 1898 y murió en esa misma ciudad el 30 de abril de 1980. Cursó parte de sus estudios elementales en el colegio de los Padres Paúles, en Santurce, y al cumplir los catorce años ingresó al colegio “Grammar School”, próximo al Parque Central de Nueva York. De allí pasó a la escuela Superior de la Universidad Georgetown, Washington, D. C.; para especializarse en literatura inglesa y en lengua francesa. En sus aulas terminó la instrucción superior. Se distinguió como periodista, ensayista, poeta, político y orador.

Militó primeramente en el Partido Socialista, luego en el liberal, hasta el 1940, año en que fundó el partido popular democrático, del cual fue presidente del Senado (1941). Muñoz Marín fué el primer gobernador puertorriqueño electo por el pueblo y gobernó desde el 1949 hasta 1964.

 

La canción de los Cinco Perros Flacos
 

Este mundo vulgar de los cinco sentidos
me aburre como un perro que lame eternamente
la mano de su amo negligentemente
a su lengua, ya hueca de rabias y ladridos....
Yo marcho y a mis plantas oigo los doloridos
lamentos que me lanzan intermitentemente
el rabo entre las patas y humillada la frente
los cinco perros de mis cinco sentidos.
Hay uno que olfatea las flores que a la orilla
de mi camino crecen, fofas y delicadas;
a vecez huele carne, y entonces sus quijadas
se trincan y en su hocico una luz roja brilla...
Hay otro, menos flaco que los demás, que mira
con una languidez de bruto satisfecho;
arrastra por el suelo su rabo, y en su pecho
nunca gime el dolor....,¡nunca ladra la ira!
Con paso multirrítmico camina este tercero;
su rabo enrosca una como clave de sol;
su ojo izquierdo despide destellos de bemol;
su ojo derecho tiene balidos de cordero....
Gris, profundo e inquieto, con ojos de puñales
viene el cuarto animal hiriendo el horizonte;
pero, cuando su viste tropieza con un monte,
el pobre perro envaina sus liquidos puñales...
El último es brilloso, como hiperestasia
de seda fina y negra. Es ciego el pobre can;
pero su carne a veces preseinte el huracán
cuando por sus costillas la niebla se anestesia...
Y marchan todos juntos..., juntos como mis poros,
Malditos perros flacos...¡Oh, canallescos canes
que quieren con sus lenguas mi espíritu envolver!...
Mas ya viene a patearos, viene a todo correr,
un potro largo y blanco, altivo de alacranes...