MURIO: Aguadilla

FUE: Musico, Maestro de Plomeria

Pertenecía a las clases trabajadoras, pero llegó a ser uno de los primeros maestros plomeros, con licencia para ejercer la profesión, porque era un hombre inteligente. Pero lo que caracterizó a este hombre bueno fue su probado amor a su pueblo. Todo lo que pertenecía a Aguadilla le interesaba. Había convertido a esta ciudad en algo así como un ser palpable y visible a quien se ama. Se dice que para De Diego la patria puertorriqueña era su amada. Para Julio Sanabia, Aguadilla era su novia.

Fue músico en su juventud y compañero de Rafael Hernández. Era una de las personas que mejor conoció al formidable compositor nuestro. Lástima que se fue sin habernos dejado sus memorias que darían mucha luz sobre la vida del genial músico.

La frase célebre en este pueblo de "Aguadillita Querida" fue acuñada por don Julio. En un juego de pelota entre el equipo de San Juan y los Tiburones de Aguadilla el juego estaba en la novena entrada ganando San Juan dos a cero. Los dos primeros bateadores de Aguadilla se embasaron y fue al bate Canena Márquez. Un fanático de San Juan gritó "Voy cien pesos a San Juan." Al ver que nadie respondía, Julio Sanabia gritó: "Acepto la apuesta." El lanzador apretó el puño y puso a Canena en tres y dos. Tremendo nerviosismo. Próximo lanzamiento y Canena disparó un homerun por el "Center Field". Entonces se oyó el vozarrón de Julio Sanabia que gritaba: "Aguadillita Querida". Y la frase "pegó" y desde entonces es lema y refrán en nuestro lar.

Don Julio Sanabia estuvo casado con doña Rosa Solano con quien procreó tres hijos. Vivió la mayor parte de su vida en la Calle de Diego. Como en su niñez bebió agua del Parterre, llegó a los noventa años. Sirvió al ejercito de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. Murió querido y admirado por toda la ciudadanía aguadillana.