Francisco Gonzálo Marín

NACIO:  

MURIO: 

FUE: Poeta

 

Su ideal lo era la independencia política de Puerto Rico. Marín conocido como (Pachín) muere trágicamente en la manigua cubana. Su poesía nos recuerda a Martí, con su sentimiento amargo y al mismo tiempo una voz revolucionaria de la patria. En sus versos Puerto Rico no es lo que para el romanticismo lo fue la patria: Mujer idealizada o Jardín del edén. El autor ve a su patria como una masa sumisa, lugar de origen que casi es negado o herido por amor, pero siempre un pueblo que puede ser redimido de sus propias condiciones.

En el barco (A mi Madre)

Ya voy a echarme a la mar!
Abordo el buque mambí
con el ansia de alcanzar
bien las costas de Pinar
o la punta de Maisí.

me dejo prendas hermosas
atrás, de inmensa cuantía...
Suponed si son preciosas
cuando en medio de esas cosas
me dejo la madre mía.

Pero allá tengo también,
y voy a encontrar ilesos,
laureles para mi sien,
hombres para Borinquen
y de mi hermano los huesos.

No me brinde en copa de oro
la juventud su tesoro
ni el paria su infausta suerte,
que yo me voy a la muerte,
prometido a quien adore.

Con cuanta satisfacción,
bajo el cubano pendón,
se saciara mi deseo
combatiendo en la legión
de Gómez y de Maceo!

O con que delicia extrema,
con la estrella del mambí
como fulgida diadema,
caerá, luciendo el emblema
de la tierra de Martí!

Al mirarme luchador,
madre, sentirás dolor,
pues cambia tu mozalbete
por el pomo del machete
su corona de cantor.

mas si yo te tengo a ti
como a mi madre y mi Dios,
tengo otra Madre, ay de mi!:
-la Patria en que yo nací-
madre ingrata de los dos.

Ya veras, noble señora,
tras de una espléndida aurora,
surgir de pronto a la vida
una gente redentora
y una tierra redimida.

Y has de ver, dicha sin tasa!
al fin de la ardua pelea
que nuestros campos abrasa,
que es mas santa nuestra casa
y mas linda nuestra aldea.

Ya voy a echarme a la mar!
abordo un buque mambí
con el ansia de alcanzar
lo que en un sagrado altar
me juro José Martí.

El Trapo

Cuando un pueblo no tiene una bandera,
bandera libre que enarbole ufano,
en pos de su derecho soberano
y el patrimonio, la gentil quimera;
si al timbre de su gloria entera
bríos de combate en contra del tirano,
la altiva dignidad del ciudadano
o el valor instintivo del la fiera;
con fe gigante y singular arrojo
láncese al campo del honor fecundo,
tome un lienzo, al azar, pálido o rojo,
y, al teñirlo con sangre el iracundo
vera cambiarse el mísero despojo
en un trapo que asombre a todo el mundo.