Yugoslavia |
Cultura y Sociedad
La herencia cultural de Yugoslavia combinó las
distintas culturas de sus regiones. El arte yugoslavo difería de región
en región y resistió los intentos del gobierno de imponer el realismo
socialista. Croacia y Eslovenia, por ejemplo, estuvieron administradas
durante mucho tiempo por Austria y Hungría, por lo que el cristianismo
tuvo una gran influencia en el desarrollo de estas culturas. En los
territorios ocupados durante siglos por el Imperio otomano, arraigó la
cultura islámica, en especial en Bosnia-Herzegovina, aunque Serbia
mantuvo firmemente arraigada su condición de territorio eslavo y de
miembro de la Iglesia ortodoxa serbia. Entre los logros más importantes
destacaron las esculturas funerarias en Bosnia-Herzegovina durante la época
medieval y las pinturas de tumbas del siglo XIX de Serbia. La pintura
moderna, cuyos centros son Belgrado, Liubliana y Zagreb, reflejó
movimientos artísticos occidentales como el impresionismo y el
expresionismo. El escultor croata Ivan Mestrovic, que se inspiró en temas
bíblicos en muchas de sus obras, fue uno de los más importantes
escultores del siglo XX. A finales del siglo XIX, surgieron grupos de
escritores modernistas y expresionistas en Yugoslavia, estilos que ya habían
arraigado en el resto de Europa. La literatura yugoslava tuvo un
desarrollo variado y rico. Entre los escritores yugoslavos más conocidos
destacan Milovan Djilas y Ivo Andriç; que recibió en 1961 el Premio
Nobel de Literatura por su obra, entre la que sobresale la novela El
puente sobre el Drina (1945). El cine yugoslavo también consiguió
fama internacional en los años posteriores a la II Guerra Mundial,
con cineastas como Duan Makavejev, Slobodan Sijan y Emir Kusturica. Había tres lenguas yugoslavas oficiales: el
serbocroata, el esloveno y el macedonio. El serbocroata, la lengua
dominante, era hablada por el 75% de la población aproximadamente, lo
cual reflejaba el dominio de los serbios (36%) y de los croatas (20%) en
la composición étnica del país, localizados principalmente en Serbia,
Croacia y Bosnia-Herzegovina. También había eslovenos (en Eslovenia) y
macedonios (en Macedonia) y numerosos grupos de musulmanes de Bosnia,
albaneses, húngaros, turcos y gitanos. Los dos grupos étnicos
principales utilizaban diferentes alfabetos: los serbios el cirílico y
los croatas el latino. El esloveno y el macedonio tienen una relación muy
estrecha con el serbocroata, aunque el macedonio no se reconoce como
lengua ni en Bulgaria ni en Grecia. La Constitución yugoslava garantizaba
la libertad de culto y la separación de Iglesia y Estado; cerca de la
mitad de la población pertenecía a la Iglesia ortodoxa serbia, un 30%
era católica (en su mayoría croatas y eslovenos) y el 10% restante era
de religión musulmana. |