Uganda |
Historia
Uganda estaba compuesta por cuatro reinos y numerosas
tribus y fue un punto clave de la rivalidad europea antes de su cesión a
Gran Bretaña en 1890. Reino
precolonial En los 1.500 años anteriores a la llegada de los
europeos, la región de los lagos de África, con su clima templado y
buenos suelos fue una encrucijada de invasiones de pueblos bantúes agrícolas
y nilotas ganaderos. Tuvo lugar una fusión de estos pueblos y hacia el
siglo XV se creó Bunyoro, el primero de los grandes reinos. Durante los
siguientes dos siglos sus ejércitos controlaron una gran parte del centro
de Uganda. Estas áreas estuvieron gobernadas por subordinados al gran rey
de Bunyoro. A finales del siglo XVIII, durante un periodo de conflicto, el
gobernador de Buganda declaró su independencia y el nuevo reino se
convirtió rápidamente en el mayor estado de la zona de los lagos. Otros
dos reinos más pequeños, Ankole y Toro, también se hicieron
independientes de Bunyoro; cada uno de estos, con variaciones, modeló su
propia organización social y política. Buganda estaba gobernada por un
rey semidivino (kabaka) que
estaba aconsejado por un consejo de grandes nobles (Lukiko). La tierra estaba dividida entre la nobleza y era cultivada
por los campesinos; poseer ganado vacuno era un símbolo de poder de la
nobleza. El estado estaba defendido por un ejército permanente totalmente
sometido a la voluntad del rey. Aunque poderoso, Buganda nunca dominó por
completo los demás reinos y grupos bantúes dispersos. Mandato
británico Los primeros europeos que visitaron Uganda fueron los
exploradores británicos John Hanning Speke y James Grant cuando buscaban
las fuentes del Nilo en 1862; les siguieron sir Samuel White Baker y
Charles George Gordon al mando de tropas egipcias. El explorador sir Henry
Morton Stanley, quien había sido bien recibido por Kabaka Mutesa I (reinó
desde 1852 hasta 1884), informó del interés del rey hacia el
cristianismo, lo que hizo que llegaran a Buganda numerosos misioneros,
tanto protestantes como católicos; la región se convirtió en escenario
del enfrentamiento de las potencias europeas por el territorio africano
hacia 1890. Gran Bretaña, después de asegurarse el reconocimiento alemán
de sus derechos, desarrolló una campaña militar para garantizar el
control del territorio, utilizando el ejército de Buganda como ayuda para
conquistar los otros reinos y tribus. Hacia 1896 se estableció un
protectorado británico sobre la mayor parte de la región que adoptó el
nombre de Uganda. Una serie de acuerdos que tuvieron lugar en 1900
establecieron los detalles finales respecto a la administración de
Uganda, garantizando el mantenimiento del sistema social y político de
Uganda. La hegemonía británica en Uganda durante casi 70 años se basó
en un sistema administrativo centralizado superpuesto a una federación de
reinos y tribus. Ese sistema se mantuvo hasta la aparición de movimientos
independentistas en la década de 1950, cuando Buganda reclamó su
separación de Uganda. Sólo después de que Kabaka Mutesa II se exiliara
durante dos años en 1953 fue posible proceder al desarrollo de un
gobierno unido. Uganda
independiente Después de numerosos experimentos, en abril de 1962
se promulgó una Constitución federal. El Congreso Popular de Uganda ganó
las elecciones y Apollo Milton Obote se convirtió en primer ministro; en
octubre de 1962 obtuvieron la independencia. No obstante, siguieron las
disensiones y en mayo de 1966 Obote ocupó militarmente Buganda, mandó al
exilio al kabaka y proclamó una
nueva Constitución republicana que abolía formalmente la monarquía; se
convirtió en el primer presidente de un gobierno unitario de Uganda. La
resistencia de Buganda, un empeoramiento de la economía y acusaciones de
corrupción llevaron a un golpe militar en enero de 1971. El poder recayó
en el comandante, Idi Amin Dada, quien comenzó ocho años de gobierno en
los que, apoyado en el Ejército, eliminó a sus oponentes políticos y
desarrolló un reinado de terror contra la población de Buganda, la tribu
lango a la que pertenecía Obote y sus vecinos los acholi; también expulsó
del país a 60.000 asiáticos. Hacia 1978 Uganda estaba en bancarrota y el
gobierno dependía de los préstamos de los estados árabes que apoyaban a
Amin. Uganda entró en guerra con su vecino Tanzania a finales de 1978 y
las fuerzas tanzanas aliadas con los rebeldes de Uganda expulsaron a Amin
del país a comienzos del siguiente año. Hubo tres presidentes
provisionales antes de que en diciembre de 1980 tuvieran lugar elecciones
bajo una nueva Constitución, que dieron el triunfo a Obote, que
nuevamente se hizo con la presidencia del país, que se encontraba en un
auténtico caos económico, con una tasa de inflación de más del 200%,
sin bienes de consumo, pocos puestos de trabajo, miseria en el norte y sin
un gobierno efectivo en las zonas rurales. En 1982, después de que las
tropas tanzanas se hubieran retirado, aparecieron varias guerrillas
antigubernamentales, lo que hizo que el gobierno aumentara la represión;
más de 100.000 ugandeses fueron asesinados o murieron de hambre. Un golpe
de Estado en julio de 1985 expulsó a Obote del país. En enero de 1986
después de cuatro días de luchas en Kampala le sucedió el dirigente del
Ejército Nacional de Resistencia, Yoweri Museveni. Hacia 1990, el síndrome
de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) había alcanzado en Uganda
proporciones de epidemia: había alrededor de 10.000 casos de SIDA y casi
un millón de personas eran seropositivas. En mayo de 1994 fue elegida una
nueva Asamblea Nacional, encargada de redactar una nueva Constitución.
Aunque se mantiene la actividad de grupos guerrilleros en amplias zonas
del país, el apoyo occidental ha permitido un cierto desarrollo económico. |