Suecia |
Gobierno
Suecia es una monarquía constitucional; el monarca
actual es el rey Carlos XVI Gustavo, que subió al trono en 1973. La
Constitución vigente se aprobó en 1975 y sustituyó a la ley
Constitucional de 1809 y a la ley Parlamentaria de 1866; con su aprobación
se eliminaron los últimos vestigios de poder que el rey tenía en el
gobierno del país; el monarca sigue siendo la cabeza del Estado, un cargo
exclusivamente protocolario, pero ya no es el comandante supremo de las
Fuerzas Armadas y, además, ya no preside las reuniones del gabinete. La
Constitución establece que todo el poder emana del pueblo y recoge una
extensa declaración de derechos. En 1980, se permitió la sucesión al
trono a las mujeres; la actual heredera es la princesa Victoria, que nació
en 1977. Poder
ejecutivo El gabinete, responsable ante el Parlamento (el
Riksdag), posee el poder ejecutivo en Suecia. Está compuesto por el
primer ministro, el consejo de ministros y los ministros sin cartera. Además
de los ministerios del gabinete, 50 agencias centrales supervisan los
servicios dependientes del Estado, como el sistema telefónico y los
ferrocarriles nacionales. Estas agencias, cuyos directores son nombrados
por el gobierno, están subordinadas nominalmente al gabinete de
ministerios, pero en realidad funcionan independientemente. Poder
legislativo En 1971, el Riksdag, antiguo cuerpo bicameral, pasó a
formar una sola cámara legislativa con 350 miembros elegidos de forma
democrática; la Constitución de 1975 redujo el número de miembros a
349, para evitar posibles empates en las votaciones parlamentarias. Los
miembros del Riksdag son elegidos para periodos de más de tres años por
sufragio universal de las personas mayores de 18 años según un sistema
de representación proporcional. Poder
judicial La judicatura sueca es independiente de las otras
ramas del gobierno y comprende un sistema de tres niveles de tribunales:
el Tribunal Supremo, seis tribunales de apelación y tribunales de
distrito y ciudad. El Tribunal Supremo es el tribunal de apelación final
en todos los casos y también puede establecer nuevas sentencias. Los
tribunales de apelación, además de los aspectos jurídicos que su nombre
indica, son los responsables de la administración jurídica en sus áreas
territoriales y de la instrucción de los jueces. Los tribunales de
distrito y ciudad son tribunales de primera instancia que están
presididos por jueces auxiliados por un jurado elegido popularmente,
normalmente compuesto por tres o cinco personas profanas en temas jurídicos.
Los jurados populares se forman solamente en pleitos por difamación. Una característica especial del sistema judicial
sueco, copiado recientemente por otros países (como España), es el cargo
conocido como el defensor del pueblo. Su deber oficial es controlar cómo
los tribunales y las administraciones observan y aplican las leyes. El
defensor del pueblo debe investigar las quejas de cualquier ciudadano,
iniciar investigaciones y llevar las evidencias de equivocación judicial
o de delito ante el tribunal. El Riksdag nombra un defensor del pueblo
para un periodo de cuatro años; a principios de la década de 1990 Suecia
tenía cuatro de estos cargos. Gobierno
local Cada uno de los 24 condados (län) de Suecia está gobernado por un consejo administrativo
nombrado por el gobierno central, junto a un consejo del condado elegido
por votación popular. Poblaciones, ciudades y distritos rurales dentro de
los condados constituyen communes
(municipios) y también tienen consejos elegidos por el pueblo. Partidos
políticos La política sueca ha estado dominada tradicionalmente
por el Partido Social Demócrata, que ha gobernado casi de forma continua
desde la década de 1930; sólo estuvo ausente del poder en los periodos
de 1976-1982 y 1991-1994. Una multitud de partidos de centro y de derecha
operan en contra de los socialdemócratas y a menudo forman grupos de
coalición, como el Partido Moderado, el Partido Liberal y el Partido de
Centro. Otros grupos influyentes son el Partido Demócrata Cristiano, los
Verdes, el Partido de Nueva Democracia y el Partido de Izquierda. También
hay dos pequeños grupos de extrema derecha. Salud
y bienestar social Históricamente, Suecia ha tenido posiblemente el
mejor y más amplio sistema de Seguridad Social del mundo. Todos los
ciudadanos reciben pensiones de jubilación, seguro médico y beneficios
compensatorios por incapacidad para trabajar, y el gobierno aporta un plan
de seguro de desempleo, que administran los sindicatos. Otros beneficios
sociales son las ayudas a las familias que tengan niños, a las parejas de
recién casados, por maternidad, vacaciones gratis para madres y niños
con ingresos familiares bajos y subvenciones gubernamentales para
viviendas. Sin embargo, el contrapunto de este sistema son unos niveles de
impuestos muy elevados y en respuesta a la recesión económica de
principios de la década de 1990, el gobierno estableció reducciones en
el nivel y en la extensión de los programas de bienestar social. Defensa
Las Fuerzas Armadas suecas están encabezadas por un
comandante supremo y por un departamento de Defensa que coordina las
actividades del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. El servicio
militar de 15 meses es obligatorio para los varones comprendidos entre los
18 y 47 años. Un importante componente de las fuerzas defensivas del país
es la guardia interna compuesta por 125.000 miembros, un servicio
voluntario organizado durante la II Guerra Mundial. En 1993 las
Fuerzas Armadas contaban con un Ejército de Tierra de 43.500 personas,
una Armada de 9.800 y unas Fuerzas Aéreas de 11.500. En respuesta a la
inestabilidad de la Comunidad de Estados Independientes (CEI),
especialmente en Rusia, el gobierno de Suecia ha anunciado planes para
incrementar los gastos defensivos en 1996. Con unas destacadas fuerzas
militares a pesar de su tradicional neutralidad durante la Guerra fría,
desde 1989 Suecia ha mostrado también buena voluntad para cooperar con el
resto de los países europeos en asuntos de seguridad. |