Somalia |
Historia
Antiguamente era parte de una región que los egipcios
llamaban Punt. Entre los siglos II y VII algunas regiones de la Somalia
actual eran parte del reino etíope de Aksum. En el siglo VII, tribus árabes
se asentaron en las costas del golfo de Adén y fundaron el sultanato de
Adel, cuyo centro principal era el puerto de Zeila. En el siglo XIII,
llegaron a la región, procedentes de Yemen, los primeros somalíes. En el
siglo XVI, el sultanato se desintegró en pequeños estados independientes,
muchos de ellos gobernados por jefes de tribus somalíes. Zeila se
convirtió en parte de Yemen y posteriormente cayó en poder del Imperio
otomano. La
colonización europea Los primeros europeos que tuvieron posesiones en la
región fueron los ingleses, que en 1839 se hicieron con el control de Adén,
situado en las costas de Arabia y en la actualidad parte de la república
de Yemen. Los ingleses pretendían proteger sus rutas comerciales y
disponer de lugares seguros donde poder efectuar escalas sus barcos. A
mediados de la década de 1870, Egipto ignoró las demandas de Turquía y
ocupó algunas ciudades costeras de Somalia y parte del territorio
colindante del interior. Cuando en 1882 las tropas egipcias abandonaron el
área con objeto de ayudar a frenar la revuelta del Mahdi en Sudán, Gran
Bretaña se hizo con el control del territorio abandonado para
salvaguardar la ruta a la India a través del canal de Suez, que había
sido inaugurado en 1869. En 1887, los ingleses establecieron su
protectorado, conocido como la Somalia Británica, que inicialmente era
administrado desde Adén, pero que en 1898 pasó a estar bajo el control
del Foreign Office (Ministerio
de Asuntos Exteriores británico) y en 1905 del Ministerio de Asuntos
Coloniales. Los intereses de Italia en las costas de Somalia se
remontan a finales del siglo XIX. Los italianos, mediante tratados con los
sultanes somalíes y acuerdos con Gran Bretaña, Etiopía y Zanzíbar,
consiguieron afianzar su posición en las costas del océano Índico. En
las revueltas que tuvieron lugar entre 1899 y 1910 los nativos desafiaron
la autoridad británica en las tierras del interior del protectorado, por
lo que ese año los ingleses se vieron obligados a abandonar estas tierras
y retirarse a las regiones costeras, hasta que finalmente en 1920
consiguieron dominar la situación. En esta época, el Tratado de Londres
(1915) y varios acuerdos más firmados tras la I Guerra Mundial,
permitieron a Italia ampliar sus dominios hacia las regiones interiores.
En 1936 Italia consiguió unir sus territorios en Somalia con los de
Eritrea y la recién conquistada Etiopía y estableció la colonia
italiana del África Oriental. Tras la entrada de Italia en la II Guerra
Mundial del lado de Alemania (1940), las tropas italianas invadieron la
Somalia Británica con éxito y expulsaron a los ingleses, quienes no
obstante, en 1941 reconquistaron su protectorado. Las condiciones del tratado de paz impuesto a Italia
en 1947 la obligaron a abandonar sus posesiones en el continente africano.
El futuro de estos territorios debía ser decidido por las cuatro grandes
potencias triunfadoras (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión
Soviética). Sin embargo, en 1948 la falta de entendimiento entre ellas
puso el asunto en manos de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que
en noviembre de 1949 estableció un periodo de diez años de administración
italiana previo a la independencia del país. El 1 de abril de 1950, tras
la aceptación de Italia de los términos del acuerdo de las Naciones
Unidas, el gobierno militar británico cedió su lugar a la administración
italiana y el territorio pasó a denominarse únicamente Somalia. La
independencia El 1 de julio de 1960 las Naciones Unidas aprobaron la
independencia de Somalia, que se fusionó con el antiguo protectorado británico
de Somalia, que ya había conseguido su independencia el 26 de junio. El
primer presidente del país fue Aden Abdullah Osman Daar, elegido en 1960
y que resultó derrotado en 1967 en favor del antiguo primer ministro Abdi
Rashid Alí Shermarke. El 15 de octubre de 1969, Shermarke fue asesinado y
días después el general de división Muhammad Siyad Barren se hizo con
el poder, presidiendo una Junta Militar. En 1970 Barren emprendió una
serie de reformas de carácter socialista en el país y en los años
siguientes nacionalizó la mayor parte de la moderna infraestructura económica
de Somalia. Las sequías padecidas en 1974 y 1975 llevaron la hambruna a
casi todo el país. A mediados de la década de 1977, la etnia somalí que
habitaba en la región etíope de Ogadén, fronteriza entre ambos países,
inició un enfrentamiento en demanda de su autodeterminación. Los
rebeldes, que contaban con ayuda militar de Somalia, habían ocupado a
finales de 1977 casi todo el territorio de Ogadén. Etiopía, que contaba
con la ayuda de Cuba y la Unión Soviética, después de que Estados
Unidos (su anterior aliado) le retirara su apoyo, derrotó severamente a
las tropas somalíes y se hizo con el control de la región a comienzos de
1978. Al mismo tiempo, Etiopía prestaba ayuda a movimientos disidentes
somalíes con base principalmente en el norte, desde donde lanzaban sus
ataques. Los enfrentamientos que tuvieron lugar en la región de Ogadén
dieron lugar a que una ola de refugiados (estimada en casi dos millones)
se desplazara en 1981 a Somalia. Estados Unidos proporcionó ayuda militar
y humanitaria a cambio del uso de las instalaciones navales de Berbera,
que había sido una base militar soviética. Las luchas entre Somalia y
Etiopía continuaron de manera esporádica hasta que en 1988 firmaron un
tratado de paz. No obstante, el disidente Movimiento Nacional Somalí
continuó su enfrentamiento militar contra el gobierno de Barren y
consiguió ocupar algunas regiones del norte. A finales de la década de
1980 surgieron nuevos movimientos de oposición, que contaban con el apoyo
de diferentes grupos tribales, lo que agravó el conflicto civil y obligó
a Barren a abandonar la capital en enero de 1991. En los años siguientes,
alrededor de 50.000 personas resultaron muertas en los enfrentamientos
entre distintas etnias y otros 300.000 murieron a causa de la hambruna
debido a la imposibilidad de distribuir alimentos en un territorio
devastado por la guerra. En diciembre de 1992 fuerzas de pacificación de
la ONU al mando de los marines de Estados Unidos fueron enviadas con
objeto de restaurar el orden, al tiempo que las organizaciones
internacionales llevaban a cabo un plan de ayuda humanitaria. Sin embargo,
el recrudecimiento del conflicto deterioraba cada vez más al país y los
cascos azules terminaron involucrados en el enfrentamiento. Muchos de
ellos, al igual que cientos de somalíes fallecieron, y las críticas
internacionales sobre el modo en que se efectuaron las operaciones
provocaron la retirada de las fuerzas de la ONU en 1994 dejando el país
en manos de distintos 'señores de la guerra'. |