Siria

 

 

 

El gobierno turco

 

Los turcos otomanos incorporaron la región a su Imperio en 1516 y permaneció bajo su poder durante los cuatro siglos siguientes. La importancia del territorio, atravesado por rutas comerciales terrestres hacia Oriente, se vio muy reducida con la apertura del canal de Suez en 1869.

Durante los primeros años del siglo XX tuvieron lugar importantes movimientos nacionalistas árabes en muchas zonas del Imperio otomano. Cuando estalló la I Guerra Mundial (1914-1918) y Turquía tomó partido del lado de las potencias centrales, los aliados (con el fin de conseguir apoyo contra Turquía) ofrecieron a los árabes la esperanza de la independencia tras la guerra. En enero de 1916, según los términos de la correspondencia entre el gobierno británico y Husein ibn Alí, gran sharif (perteneciente a la familia de Mahoma) de La Meca, este último prometió la participación árabe en la guerra del lado de los aliados a cambio de la garantía británica de la independencia de todos los territorios árabes al sur de una línea que correspondería de forma aproximada a lo que en la actualidad son las fronteras septentrionales de Siria e Irak. A pesar del acuerdo, en mayo del mismo año Gran Bretaña y Francia llegaron a un pacto secreto (conocido como el acuerdo Sykes-Picot) por el que se acordaba crear áreas de influencia británica y francesa en la mayoría de los territorios árabes bajo dominio turco. La superficie actual de Siria y Líbano correspondieron a Francia, y la de Israel y Jordania a Gran Bretaña.