Mozambique |
Historia
Antes de la llegada de Vasco da Gama en 1498, la costa
de África oriental fue ocupada por las denominadas ciudades-estado Zenj,
gobernadas por los árabes. Pronto fueron desplazadas y en el siglo
siguiente Portugal dominó partes de la región, hasta que el
debilitamiento de la economía le obligó a reducir sus posesiones, por lo
que Portugal mantuvo sólo algunas de las ciudades costeras del actual
Mozambique. Los portugueses exploraron el interior del país en el siglo
XVI y encontraron numerosos grupos agrícolas bantúes, pero no
descubrieron muchas riquezas. En el siglo XVII, el comercio portugués de
esclavos destrozó el Imperio Monomotapa, el estado bantú más poderoso
de la zona. Se invirtió poco dinero en Mozambique y sólo vivieron allí
unos pocos cientos de europeos. Un plan de colonización comenzó a
finales del siglo XVIII para atraer colonos a través de concesiones de
tierra. Este sistema de prazo
fracasó a causa de que los propietarios mostraron un mayor interés por
el comercio de esclavos que por la inicial tarea que les había sido
encomendada, lo que les hizo desatender su vinculación privilegiada por y
desde la metrópoli. El gobierno portugués del siglo XX fue autocrático,
en particular durante la dictadura de António Salazar. Los trabajos
forzados y contratados y los tratamientos duros arruinaron la cultura
africana. Portugal impuso a los africanos la asimilación de la cultura
portuguesa, pero el sistema dio escasos resultados. La política de
colonización portuguesa también fracasó: en 1965 sólo residían en
Mozambique 65.000 blancos, mayoritariamente colonos portugueses. En 1964
comenzó una revuelta en contra del gobierno portugués, fecha en que las
guerrillas del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) abandonaron
Tanzania. La guerra subsiguiente finalizó después de la 'Revolución de
los claveles' en la metrópoli (1974) que estableció un gobierno que se
retiró de Mozambique; el país se independizó el 25 de junio de 1975. El
FRELIMO, dirigido por Samora Machel, promovió el establecimiento de un
Estado marxista, nacionalizó la industria y colectivizó la agricultura.
El éxodo de la mayoría de los blancos, que formaban la clase técnica y
profesionalmente cualificada, debilitó la economía nacional. Mozambique ayudó a las guerrillas de Rhodesia (actual
Zimbabwe), pero mantuvo buenas relaciones con Suráfrica por razones económicas;
los dos países firmaron un tratado de no agresión en 1984 y lo
ratificaron en 1987. Sin embargo, durante la mayor parte de la década de
1980, Suráfrica continuó ayudando a la guerrilla de la Resistencia
Nacional de Mozambique (Renamo). En octubre de 1986 Machel murió en un
accidente aéreo; le sucedió Joaquím Chissano, el ministro de Asuntos
Exteriores. Mientras tanto, la extensión de la guerra civil paralizó los
sistemas educativo y sanitario y paralizó casi por completo la producción
agraria. Se enviaron tropas desde Suráfrica, Zambia y Tanzania para
proteger las regiones habitadas. En 1990, después de que se estimaran
unas cifras de 900.000 personas fallecidas y de 1,3 millones de refugiados
en el exterior, Chissano anunció su proyecto de establecer un gobierno
multipartidista. El tratado de paz que ponía fin formalmente a la guerra
civil se firmó en octubre de 1992; en diciembre se desplegó una fuerza
pacificadora de las Naciones Unidas (ONU), pero la escasa organización y
una inadecuada financiación dificultaron su labor. Las elecciones
multipartidistas, programadas para octubre de 1993, se celebraron en 1994.
Alfonso Dhlakama, líder de Renamo, reconoció el triunfo de Chissano, que
formó un gobierno encargado de cambiar la situación de uno de los países
más pobres del mundo; con tal fin, en 1995 se presentó un plan
quinquenal. Por otro lado, el despliegue de cascos azules de la
ONU permitió la desmovilización de 80.000 combatientes, la configuración
de un ejército nacional y el retorno a sus lugares de origen de casi dos
millones de refugiados en otros países. |