Irak

 

 

 

II Guerra Mundial

 

 

En consonancia con la alianza firmada con Gran Bretaña al inicio del conflicto, Irak rompió relaciones diplomáticas con Alemania en septiembre de 1939. Durante los primeros meses de la II Guerra Mundial, el gobierno del general Nuri As-Said dirigió el país, manteniendo el acuerdo firmado con los británicos, hasta que en marzo de 1940 Said fue reemplazado por el radical nacionalista árabe Rashid Alí-Gailani, que inició una política de no cooperación con Gran Bretaña. La presión británica para que se reforzara la alianza acabó provocando una revuelta militar y el establecimiento de un gobierno favorable a Alemania, presidido por el propio Gailani. Alarmados por el desarrollo de los acontecimientos, tropas británicas desembarcaron en Basora. Gailani declaró esta acción como una violación del tratado entre Irak y Gran Bretaña, y movilizó al Ejército, lo que precipitó la guerra entre ambos países el día 2 de marzo de 1941. El 31 de mayo el gobierno iraquí aceptó su derrota; los términos del armisticio restablecían el control británico sobre los transportes de Irak, una de las condiciones del tratado de 1930. Poco después se formó un gobierno probritánico que dio paso a un gabinete dirigido por Said.

En 1942 Irak se había convertido en un importante centro de avituallamiento de las fuerzas británicas y estadounidenses que operaban en Oriente Próximo, y en lugar de paso para el suministro de armamentos a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El 17 de enero de 1943 Irak declaró la guerra al Eje, siendo el primer país musulmán independiente que tomaba esta decisión. La continua ayuda iraquí a los esfuerzos de guerra aliados favoreció una mayor unidad entre los dirigentes árabes que permitiría la creación de una federación árabe.