Geografía de India |
Creciente rivalidad francesa y británica
Durante
la primera mitad del siglo XVIII los franceses, que habían comenzado a
operar en la India alrededor de 1675, se revelaron como una seria amenaza
para el creciente poder y prosperidad de la Compañía Inglesa de las
Indias Orientales. Las fricciones entre Francia y la recién creada Gran
Bretaña llegó a un estado crítico en 1746, cuando una flota francesa se
apoderó de Madrás. Esta acción, una fase de la guerra de Sucesión
austríaca (1740-1748) y las posteriores luchas que se sucedieron en la
India no tuvieron ningún desenlace definitivo; en 1748 los franceses
devolvieron Madrás a los británicos. En tres años la enemistad latente
entre los rivales europeos dio origen a una nueva confrontación armada.
Robert Clive, un empleado de la Compañía Británica de las Indias
Orientales, se hizo con la victoria en la lucha por el control de
Hyderabad y el Carnatic. La
etapa final de las disputas entre los franceses y los británicos por el
dominio en la India se desarrolló como una extensión de la guerra de los
Siete Años en Europa. En el curso de las hostilidades, que duraron desde
1756 hasta 1763 e implicaron a grandes contingentes de partisanos indios,
los británicos lograron distintas victorias y terminaron de manera
efectiva con los planes franceses de control político del subcontinente.
El suceso más importante de la guerra fue la victoria de Clive en Plassey,
que convirtió a los británicos en los dueños de Bengala. Según las
disposiciones del acuerdo de paz que siguió a la guerra de los Siete Años,
el territorio francés en la India se redujo a unas pocas factorías. Véase
también Guerras
de Carnatic.
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