China |
Periodo de desunión
La dinastía Han comenzó a desmembrarse cuando las
grandes familias terratenientes, aprovechándose de la debilidad del
gobierno imperial, establecieron sus propios ejércitos privados.
Finalmente, en el 220, Cao Pei fundó la dinastía y reino Wei (220-265)
en las provincias del norte. La dinastía Shu Han (221-263) se estableció
en el suroeste y la dinastía Wu (222-280) en el sureste. Los tres reinos
libraron incesantes guerras entre sí. En el 265, Sima Yang, un poderoso
general de la dinastía Wei, usurpó el trono y estableció la dinastía
Xi Jin (265-317) en el norte de China. Hacia el 280 había reunificado el
norte y el sur bajo su mandato. Sin embargo, poco después de su muerte en
el 290, el Imperio empezó a derrumbarse. Una importante razón para esta
inestabilidad interna era la influencia de las principales familias
terratenientes. Hicieron que su poder se sintiera a través de un sistema
de nueve grados de funcionarios, mediante el cual se dio a individuos
destacados en cada zona administrativa la autoridad para jerarquizar a las
familias locales, de acuerdo con su potencial de servicio al gobierno. A
causa de la arbitrariedad con que algunas personas importantes decidieron
la clasificación, a menudo reflejaba más los deseos de las familias
dirigentes en el territorio que el mérito de aquéllos que habían sido
elegidos. Las tribus no chinas del norte, a las que los Han
habían combatido hasta conseguir detenerlos a lo largo de la frontera,
aprovecharon la oportunidad que les ofrecía la debilidad del gobierno
para extender su ansia de tierras de pastos dentro de la fértil llanura
del norte de China. Las invasiones comenzaron en el 304, y hacia el 317
los xiongnu habían arrebatado a la dinastía Xi Jin el norte de China.
Durante casi tres siglos este territorio estuvo gobernado por varias
dinastías no chinas, mientras en el sur lo hacían una sucesión de
cuatro dinastías chinas, todas ellas centradas en el área de la actual
ciudad de Nanjing. Ninguna de las dinastías invasoras fue capaz de
extender su control sobre la totalidad de la llanura del norte hasta el
420, año en que lo hizo la dinastía Bei Wei (o Bei del Norte, 386-534). Durante la segunda mitad del siglo V los Bei del Norte
adoptaron una política de unificación. Se administró burocráticamente
la región agrícola del norte de China, como había ocurrido con
dinastías chinas anteriores, y se impuso el servicio militar obligatorio
a los miembros de las tribus. Se adoptaron las ropas y costumbres chinas y
el chino se convirtió en el idioma oficial de la corte. Los jefes
tribales, presionados por esta política unificadora, se rebelaron y en el
534 derrocaron a la dinastía. Durante los siguientes 50 años, el norte
de China fue gobernado nuevamente por dinastías no chinas. |