China

 

 

 

Agricultura

 

 

La agricultura ha sido tradicionalmente el pilar económico de China y sigue siendo el sector más importante de la economía nacional, que sostiene a la mayor parte de la población. Tan sólo alrededor del 10% de la superficie total de China es cultivable (situada sobre todo en su parte oriental) y casi toda ella está cultivada. Casi la mitad de la tierra cultivada es irrigada; China tiene más superficie irrigada que cualquier otro país. A pesar de los grandes beneficios en la producción nacional desde 1949, el crecimiento tan rápido de la población ha provocado que el aumento de la renta per cápita haya sido de menor importancia. Por ejemplo, entre 1959 y 1979 la producción anual de grano creció en un 103%, pero la producción per cápita de grano sólo lo hizo en un 20%. Hacia 1979, aunque se pusieron en cultivo nuevas superficies (especialmente en Manchuria y noroeste de China), la pérdida de tierra cultivada dedicada para usos no agrícolas fue aún más rápida lo que provocó, con el gran crecimiento de la población, que el promedio per cápita se redujera de 0,18 ha en 1949 a sólo 0,11 hectáreas.

Organización de la actividad agraria  

El aumento constante en la producción agraria de China, puede atribuirse en parte a una mayor eficiencia en la productividad. Hacia 1979, alrededor de 838 millones de habitantes que formaban la población rural se habían organizado en unas 52.000 comunas populares. Como unidad socioeconómica, la comuna recibía las metas de producción del Estado y, además se aseguraba de que se consiguieran esos objetivos. Las comunas estaban formadas por distintas brigadas de producción, cada una de las cuales se subdividía en equipos de producción. Cada uno de estos grupos tenía su propio terreno, herramientas y otros materiales, siempre de forma comunal, para desarrollar su labor. Unos 6 millones de equipos de producción representaban las unidades básicas del sistema.

Con el sistema de comunas fue posible organizar una experimentación agrícola a gran escala para establecer una agricultura científica, plantar cultivos en zonas donde el suelo y otras condiciones naturales son menos favorables, y desarrollar el regadío y drenaje eficazmente. Aunque la tierra era de propiedad comunal, cada familia rural generalmente tenía acceso a un pequeño terreno privado, que podían utilizar como quisieran. También se daba autonomía a los equipos de producción y a los hogares individuales para producir otros cultivos para el mercado, una vez que se hubieran alcanzado los objetivos oficiales.

A comienzos de la década de 1980, en un intento por mitigar la falta de alimentos pertinaz en China, mientras se permitía un aumento en el consumo de alimentos per cápita, el gobierno chino reestructuró una vez más el sector agrícola. El sistema de comunas y las brigadas de producción se desmantelaron, y las familias se convirtieron en la unidad principal de producción agrícola. Con este ‘sistema de responsabilidad’, cada familia, después de un contrato con las autoridades locales para producir su cuota de las cosechas especificadas, era libre para vender cualquier producción adicional en el mercado. Tales ventas representaban alrededor del 60% de la producción agrícola china a finales de esa década.

Mejora y planificación agraria

Dada la tremenda presión sobre la tierra agrícola, es de una gran importancia la planificación racional de los usos del suelo. Durante las décadas de 1960 y 1970 se puso gran énfasis en el cultivo de cereales, lo que llevó a la eliminación de otros cultivos, huertos y árboles, descuido de los animales y daños medioambientales. Desde entonces, el gobierno ha promocionado una economía agrícola mixta que esté de acuerdo con las condiciones medioambientales locales y que también proporcione ingresos en metálico.

Se ha buscado denodadamente la mecanización agrícola, aunque permanece en los primeros estadios de desarrollo y se considera impracticable en muchos lugares a causa del tamaño reducido de las áreas cultivadas. Desde finales de la década de 1950 se han realizado proyectos a gran escala para controlar las inundaciones así como otros de regadío, que suponen la construcción de presas, canales y embalses. En el mismo periodo han tenido lugar cambios importantes en los modelos de cultivo en China. Con el desarrollo de los recursos de agua y un uso más intenso de fertilizantes, se podía lograr una segunda cosecha en los valles de los tres ríos de la llanura del norte de China. Los tramos medio e inferior del valle del Yangzi Jiang, que ya era un área de arrozales de doble cosecha, pasaron a dar tres cosechas de arroz anuales. En época más reciente, sin embargo, se ha discutido la posibilidad de volver al esquema de dos cosechas, porque la tercera supone un importante gasto en abonos.

Para aumentar la producción agrícola, los diferentes ámbitos gubernamentales manejan más de 2.000 granjas estatales. Hay unidades a gran escala que se organizan para la experimentación agrícola y la producción comercial de ciertos cultivos comercializables y alimentos para los mercados urbanos o la exportación; suelen estar situados en tierra virgen o en nuevas zonas recuperadas donde la densidad de población rural no es excesiva y la maquinaria moderna se puede utilizar de manera efectiva.

Cultivos alimenticios

Alrededor del 80% de los sembrados en China se dedica a cultivos alimenticios. El más importante es el arroz, que ocupa alrededor de un tercio del área cultivada total. Se cultiva mayoritariamente al sur del río Huai, sobre todo en el valle medio e inferior del río Yangzi Jiang, en el delta del río Perla en la región de Cantón y en la cuenca roja de Sichuan. A comienzos de la década de 1990 la producción anual de arroz era de unos 187,2 millones de toneladas.

El segundo cultivo alimenticio en importancia es el trigo, que crece sobre todo al norte del río Huai. Las principales áreas dónde se cultiva son la llanura del norte de China y los valles de los ríos Wei y Fen, en la región del loess. Aunque el área cultivada con trigo es casi tan grande como la del arroz, la cosecha es menor. La producción de trigo a comienzos de la década de 1990 era de unas 105 millones de t anuales.

El kaoliang (un tipo de sorgo) y el mijo son también importantes cultivos alimenticios en el norte de China y Manchuria. El primero se utiliza también para alimentar a los animales y para convertirlo en bebida alcohólica; los tallos se utilizan para fabricar papel y como material útil para construir techos en las viviendas. El maíz ocupa alrededor del 20% del área cultivada. La avena es importante sobre todo en la Mongolia Interior y en el oeste, sobre todo en el Tíbet. La producción anual a comienzos de la década de 1990 suponía (en t): maíz, 103,3 millones; kaoliang, 5,6 millones; mijo, 3,9 millones; cebada, 3,7 millones y avena, 500.000.

Otros cultivos alimenticios son batatas, patatas blancas (papas) y frutas variadas y verduras. Las batatas predominan en el sur y las patatas blancas en el norte. Las frutas varían desde variedades tropicales como piñas y plátanos, que crecen en la isla de Hainan, hasta manzanas y peras, cultivadas en las provincias septentrionales de Liaoning y Shandong. Los cítricos, en especial naranjas y mandarinas, son un importante producto del sur de China.

Las semillas oleaginosas tienen un importante papel en la agricultura china, al proporcionar aceites comestibles e industriales y una importante parte de las exportaciones. El cultivo oleícola más importante es la soja (soya), que ocupa alrededor del 8% del total del área cultivada; se cultiva sobre todo en el norte de China y Manchuria. Su producción es la tercera del mundo (13 millones de t a comienzos de la década de 1990), pero China también es uno de los principales productores mundiales de maní, con una producción anual a comienzos de la década de 1990 de unas 5,9 millones de t; el maní se cultiva en Shandong y Hebei. Otros importantes cultivos de este tipo son las semillas de sésamo, girasol y colza. El árbol tung también proporciona un valioso aceite; más de la mitad del aceite de tung producido en China es originario de Sichuan.

El té es uno de los cultivos comerciales tradicionales de China, que sigue siendo uno de los mayores productores de té, con más del 20% del abastecimiento mundial; su producción anual fue de unas 619.000 t a comienzos de la década de 1990. Las principales plantaciones de té están en las colinas del tramo medio del valle del río Yangzi Jiang y en las provincias del sureste de Fujian y Zhejiang.

China obtiene azúcar tanto de la caña de azúcar como de la remolacha azucarera; la producción anual de azúcar refinada es de unas 5,1 millones de t. La caña de azúcar crece sobre todo en las provincias de Guangdong y Sichuan. La remolacha azucarera, un cultivo relativamente nuevo para el país, se cultiva en la provincia de Heilongjiang, en Manchuria y en tierras de regadío en la Mongolia Interior.

Cultivos para la obtención de fibras  

El gobierno comunista de China ha prestado una creciente atención a la expansión de cultivos para el desarrollo de la industria textil. El más importante de estos cultivos es el algodón: se producen anualmente alrededor de 4,2 millones de t de hilos de algodón, haciendo de China el principal productor mundial de algodón. Este producto, que se puede cultivar en casi todas las partes de China, se realiza sobre todo en la llanura del norte de China (que aporta casi la mitad de la producción total del país), la región del loess, el delta y la llanura media del Yangzi Jiang.

Otras fibras a destacar son el rami y el lino, que se utilizan para confeccionar ropa de cama y otros tejidos finos, el yute y el cáñamo, con los que se fabrican sacos (costales) y cuerdas. El rami, una hierba originaria de China y similar al cáñamo, se cultiva sobre todo en el valle del río Yangzi Jiang; el lino es un cultivo del norte. Las principales áreas de cultivo del yute son Zhejiang y Guangdong. Otro producto tradicional chino es la seda en bruto. La sericultura (cría de gusanos de seda) es muy común en el centro y sur del país, en especial en el delta del Yangzi Jiang.

Ganadería

China mantiene una gran cabaña ganadera. El ganado porcino es numeroso; unos 393 millones de cabezas a comienzos de la década de 1990, lo que representa más del 40% del total mundial. El país es el principal exportador de cerdas de puerco. En las áreas occidentales, la ganadería de rebaños nómadas también constituye la principal ocupación rural. La mayor parte de los rebaños están formados por ganado ovino, caprino y camellos. En las tierras altas del Tíbet el yak es una fuente de alimentos y combustible (los excrementos se queman) y su pelo y piel proporcionan materiales para cobijarse y vestir. La cabaña ganadera se estima que tiene unos 110 millones de cabezas de ganado ovino, 97 millones de ganado caprino, 82 millones de ganado vacuno, 22 millones de búfalos de agua y 10 millones de caballos.