Chile |
Guerra civil y catástrofes naturales En 1891 una parte considerable de las fuerzas políticas
representadas en el Congreso organizaron una rebelión contra la
administración del presidente José Manuel Balmaceda, líder del Partido
Liberal. Bajo las órdenes del capitán Jorge Montt, oficial de la Armada,
los rebeldes (que se autoproclamaron congresistas) se hicieron con el
mando de la flota chilena y controlaron las provincias del norte. En
agosto derrotaron al Ejército gubernamental durante las batallas de Concón
y Placilla, en las cercanías de Valparaíso, que fue ocupada por los
rebeldes al igual que Santiago, con lo que la guerra quedó virtualmente
terminada. En el curso de la guerra civil se perdieron más de 10.000
vidas y fueron incalculables los daños materiales. Balmaceda se suicidó
en septiembre. Poco después de la llegada de Jorge Montt a la
presidencia, Chile ingresó en un largo periodo de pacífica reconstrucción,
denominado República Parlamentaria (1891-1925). Como concesión al
sentimiento liberal que prevalecía en el país, Montt instituyó una
serie de reformas, entre las que destacó la democratización del poder
ejecutivo. Los años siguientes estuvieron marcados por la creciente
participación del pueblo chileno en la política y por el aumento de la
agitación política. En agosto de 1906 un desastroso terremoto destruyó
virtualmente Valparaíso y produjo graves daños en Santiago, muriendo más
de 3.000 personas y quedando sin hogar otras 100.000; no obstante, las
regiones asoladas fueron rápidamente reconstruidas. |