Australia

 

 

 

Cultura

 

A medida que los colonos se adaptaban a su nuevo país, las costumbres se fueron modificando. La peculiar cultura australiana está cimentada sobre tradiciones británicas. Desde la década de 1960, la afluencia de inmigrantes procedentes del continente europeo y de Asia ha conducido al desarrollo de una sociedad multicultural, en la que los aborígenes empiezan a desempeñar un considerable papel.

Australia cuenta con un gran número de famosos escritores y pintores, además de premios Nobel, como el escritor Patrick Victor Martindale White. Uno de los centros culturales más conocidos del país es la Ópera de Sydney, ejemplo de gran belleza de la arquitectura moderna.

Bibliotecas y museos

La Biblioteca Nacional de Australia, en Canberra, es la principal biblioteca del país y el depósito con derechos de reproducción. A principios de la década de 1990, poseía más de 4,5 millones de volúmenes. La Biblioteca Estatal de Nueva Gales del Sur (1826) es la más antigua y la mayor de todas las estatales. La Biblioteca Estatal de Victoria (1854) conserva colecciones de pintura, música y artes escénicas.

El Museo de Australia (fundado en 1827), en Sydney, expone importantes colecciones de historia natural y antropología. La Galería Nacional de Victoria (1859), en Melbourne, alberga excelentes muestras de pintura europea y australiana. Otras instituciones de renombre son: la Galería Nacional de Australia (1982), en Canberra; la Galería de Arte de Queensland (1895), en Brisbane; la Galería de Arte de Australia Meridional (1881), en Adelaida; y la Galería de Arte de Australia Occidental (1895), en Perth. De igual importancia son el Museo de Artes y Ciencias Aplicadas (1880) y el Museo Nicholson de antigüedades (1860), ambos en Sydney; el Herbario de Queensland (1847), el Museo y Galería de Arte de Tasmania (1852), en Hobart; y el Museo de Victoria en Melbourne, al que se ha incorporado el antiguo Museo Nacional de Victoria (1854) y el Museo de Ciencias de Victoria (1870). Los famosos Jardines Botánicos de Melbourne comprenden el Herbario Nacional, un centro de investigación con especímenes y documentos que datan de mediados del siglo XIX. Está prevista la inauguración de un nuevo museo en la capital federal para el año 2001.

Literatura

 

Los aborígenes australianos tuvieron una rica tradición oral, que incluía no sólo temas de mitología sagrada, sino también cuentos y relatos históricos. Un número considerable de esos relatos presentaba varias versiones, a veces muy diferentes, dependiendo de la situación y del narrador. Véase Literatura australiana.

Pintura

Mucho antes de la llegada de los europeos, los aborígenes habían desarrollado unas genuinas y muy características formas artísticas, asociadas generalmente a ritos de sacrificio. Destacan las pinturas en arena, roca y cuevas, así como la talla en maderas y otros materiales.

El valor de las primeras pinturas realizadas por inmigrantes europeos obedece, sobre todo, a su importancia como documentos históricos acerca de la colonización del país.

Algunos pintores australianos del siglo XX son: sir William Dobell, sir George Russell Drysdale y Frederick Ronald Williams. La obra de sir Sidney Nolan, basada en temas de la historia de Australia y su folclore, ha alcanzado el reconocimiento internacional.

Música, bailes y películas

 

 

La música australiana más antigua es la de los nativos. Para ellos, la música desempeña un papel fundamental, tanto en la vida social como en la religiosa. Durante las reuniones sociales, o corroborees, las canciones y el baile proporcionan las mejores formas de entretenimiento. En las ceremonias sagradas, los cantos sirven de nexo vital con el reino de los espíritus de la ‘época de los sueños’, creadores de la Tierra y de todas las criaturas que en ella habitan.

Australia ha hecho destacadas aportaciones al mundo de la música, con sopranos como Nellie Melba y Joan Sutherland, el compositor y pianista Percy Grainger, y los compositores Arthur Benjamin, John Antill, Peggy Glanville-Hicks y Peter Joshua Sculthorpe.

Durante la época del cine mudo, se desarrolló una industria cinematográfica que abasteció al mercado y vio nacer a famosos actores, como Errol Flynn. La Unidad Cinematográfica de la Commonwealth de Australia se creó en la década de 1970 para fomentar el renacimiento del cine australiano. Uno de los directores más destacados es Peter Weir, cuya película Picnic en Hanging Rock (1975) fue una de las primeras de la nueva generación y consiguió una audiencia internacional.

Desde la década de 1970, las películas australianas han demostrado tener éxito tanto en su propio país como en el extranjero. Algunas de ellas son: la trilogía de Mad Max (1978, 1981 y 1985) de George Miller, que convirtió a Mel Gibson en un actor de renombrada fama, y Cocodrilo Dundee (1985, Peter Faiman), que consiguió también un enorme éxito. Otros títulos más recientes son: Strictly Ballroom (1991, Baz Lurhmann), La boda de Muriel (1993, P.J. Hogan) y Las aventuras de Priscila, reina del desierto (1994, Stephan Elliot).

La cultura contemporánea

La vida cultural de Australia en el siglo XX se puede dividir en dos periodos distintos: en el primero, desde 1901 hasta la II Guerra Mundial, los australianos siguieron reflejando los principios básicos de sus orígenes británicos; el segundo, a partir de la II Guerra Mundial, que trajo como consecuencia una nueva identidad para Australia y las primeras formas de expresión nacionalistas. La II Guerra Mundial asestó un duro golpe a la cultura australiana; sus pobladores comenzaron una revolución cultural al reconocer su dependencia del apoyo militar de los Estados Unidos, y la necesidad de entender mejor su propio lugar en el mundo.

A principios de 1946, miles de inmigrantes procedentes de Europa oriental y del sur se establecieron en los suburbios australianos. Esta inmigración convirtió a la población australiana en una de las más cosmopolitas del mundo.

En la década de 1960, se enfatizó el reconocimiento de los derechos aborígenes; finalmente, en 1967, les otorgaron la ciudadanía absoluta y el derecho al voto. Al mismo tiempo, los australianos comenzaron a disentir con mayor energía de los valores sostenidos por quienes encabezaban el panorama político. La reacción a la guerra de Vietnam fue en parte el origen de la protesta pública contra el reclutamiento obligatorio militar, instituido en 1964 y que terminó ocho años después.