Argentina

 

 

La revolución libertadora

El 16 de junio de 1955, elementos disidentes de la Armada argentina y de la Fuerza Aérea lanzaron una rebelión en Buenos Aires. Sin embargo, el Ejército de Tierra se mantuvo leal al gobierno y el levantamiento fue pronto sofocado. A manera de venganza, durante la noche se produjo la quema de numerosas iglesias. En las semanas siguientes aumentó la tensión a medida que distintas facciones dentro del gobierno y de las Fuerzas Armadas tomaban posiciones; en un discurso pronunciado a fines de agosto, Perón, refiriéndose al asesinato de unos peronistas, dijo que por cada peronista que cayera, caerían cinco miembros de la oposición.

Finalmente, el 16 de septiembre, grupos insurgentes de los tres ejércitos lanzaron una rebelión concertada, llamada la ‘Revolución Libertadora’, una serie de enfrentamientos que duraron tres días y en los que murieron unas 4.000 personas, lo que provocó la dimisión de Perón y su huida y refugio en una cañonera paraguaya anclada en el puerto de Buenos Aires. El 20 de septiembre, el líder de los insurgentes, el general de división Eduardo Lonardi, asumió la presidencia provisional, prometiendo restablecer la democracia. Perón se marchó al exilio, primero a Paraguay y posteriormente a Venezuela, República Dominicana y España.