Napoleón I Bonaparte |
Las guerras de conquista Gran Bretaña, irritada por la hostilidad
de las acciones de Napoleón, reanudó la guerra naval con Francia en
abril de 1803. Dos años después, Rusia y Austria se unieron a Gran Bretaña
en la Tercera coalición. Napoleón descartó su plan de invadir
Inglaterra y dirigió sus ejércitos contra las fuerzas austro-rusas, a
las que derrotó en la batalla de Austerlitz el 2 de diciembre de 1805.
Conquistó el reino de Nápoles en 1806 y nombró rey a su hermano mayor,
José; se tituló rey de Italia (1805), desintegró las antiguas
Provincias Unidas (hoy Países Bajos), que en 1795 había constituido como
República de Batavia, y fundó el reino de Holanda, al frente del cual
situó a su hermano Luis, y estableció la Confederación del Rin (que
agrupaba a la mayoría de los estados alemanes) que quedó bajo su
protección. Fue entonces cuando Prusia y Rusia forjaron una nueva alianza
y atacaron a la confederación. Napoleón aniquiló al ejército prusiano
en Jena y Auerstedt (1806) y al ruso en Friedland. En Tilsit (julio de
1807), estableció un acuerdo con el zar Alejandro I por el que se reducía
enormemente el territorio de Prusia (véase Tratados de Tilsit);
también incorporó nuevos estados al Imperio: el reino de Westfalia,
gobernado por su hermano Jerónimo, y el ducado de Varsovia, entre otros. Durante este tiempo Bonaparte había
impuesto el Sistema Continental en Europa, que consistía en un bloqueo
sobre las mercancías británicas con el propósito de arruinar el
poderoso comercio de Gran Bretaña. Conquistó Portugal en 1807 y en 1808
nombró a su hermano José rey de España, tras lograr la abdicación de
Fernando VII en Bayona e invadir el país, dejando Nápoles como
recompensa para su cuñado, Joachim Murat. La llegada a España de José
Bonaparte recrudeció la guerra de Independencia española. Napoleón se
trasladó a España durante un tiempo y consiguió varias victorias, pero
la lucha se reanudó tras su partida, prolongándose durante cinco años
la guerra entre las tropas francesas y las españolas (apoyadas por Gran
Bretaña), jugando un papel fundamental la lucha de guerrillas. Este
conflicto supuso un gran desgaste humano (se ha estimado en 300.000 bajas)
y económico para Francia que contribuyó al debilitamiento final del
Imperio napoleónico. Bonaparte venció a los austriacos en
Wagram en 1809, convirtió los territorios conquistados en las Provincias
Ilirias (en la actualidad parte de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina,
Serbia y Montenegro) y conquistó los Estados Pontificios. Después de
repudiar a Josefina, contrajo matrimonio en 1810 con María Luisa,
archiduquesa de Austria e hija del emperador Francisco I de Austria,
perteneciente a la casa de Habsburgo.. Con este enlace vinculaba su dinastía
a la más antigua de la casas reales de Europa, con la esperanza de que su
hijo, nacido en 1811 y al que otorgó el título de rey de Roma como
heredero del Imperio, fuera mejor aceptado por los monarcas reinantes. El
Imperio alcanzó su máxima amplitud en 1810 con la incorporación de
Bremen, Lübeck y otros territorios del norte de Alemania, así como con
el reino de Holanda, después de obligar a abdicar a su hermano Luis I
Bonaparte. |