Los Incas
 
 
 
Transportes y medios de comunicación dentro del imperio inca

 

Las rutas eran largas y rectas; por lo común estaban pavimentadas o bien empedradas. Estas redes caminares llegaban hasta los limites del imperio. En los desiertos, el camino se marcaba solo con postes. En las regiones altas, los caminos subían y bajaban constantemente por las laderas de las montañas, en algunos tramos demasiado empinados, se construían escalones para ser el paso más fácil. En los valles se levantaban muros bordeando las rutas y se acostumbraban a decorarlos con pinturas.

Ni los ríos ni los pantanos constituían un obstáculo; para cruzarlos se construían puentes y terraplenes. Prosiguiendo de esta manera con el trazado de la ruta. En cambio, las hondonas profundas representaban mayores dificultades por lo cual los incas idearon unos puentes colgantes que fabricaban con sogas o fibras vegetales previamente retorcidas. Tres o cuatro sogas gruesas unidas y cubiertas con esteras y barro formaban una plataforma sobre la cual tanto los hombres como las llamas podían caminar perfectamente.

Los costados del puente también se hacían con sogas y servían de pasamanos. Las personas que vivían en las cercanías de los puentes estaban encargadas de mantenerlos en buen estado y repararlos toda vez que fuera necesario, de modo que las comunicaciones no se interrumpieran.

Los tambos o casas de reposo, se construían a lo largo de los caminos, a una distancia, uno de otro, de un día de viaje. Se edificaban por orden del estado para aquellos viajaban en misión oficial. Otros tambos, más lujosos, se levantaban para uso exclusivo del emperador. El estado también construía unos almacenes especiales, cercanos a los tambos, con provisiones suficientes como para un ejercito de 25000 hombres.

A ambos lados del camino y a una distancia de 1Km.½ Entre cada uno, se instalaban unos pequeños refugios para el relevo de los mensajeros.

Las cargas las transportaban los hombres sobre sus espaldas, o bien sobre el lomo de las llamas, el único animal disponible. Los pueblos de los Andes no habían inventado la rueda, de manera que no contaban con carros, en realidad, tampoco tenían animales de tiro que pudieran arrastrar carros.

Las llamas constituían el único medio de transporte. Estos animales son bastante lentos, por lo tanto sol hacían unos 15 a 20Km. en el día, llevando una carga de hasta 45Kg.

Unos ocho hombres se encargaban de llevar una manada de mas o menos 100 llamas. La gente común debía obtener un permiso del gobierno para poder viajar por los caminos.

Todos excepto los nobles, tenían que caminar para ir de un lado a otro, ya que podían viajar en el lomo de las llamas.

Las mercancías se transportaban de un extremo al otro del imperio; los funcionarios de una región canjeaban los productos de su zona por los de otra. El estado se encargaba de movilizar las mercancías a través de los caminos y de repartirlas entre los pobladores. Pero de todos modos se permitía una especie de comercio privado. Como los Incas no usaban monedas practicaban el trueque.

Los incas navegaban en unos botes que fabricaban con manojos de totoras y a veces colocaban velas que fabricaban con esteras. En la costa norte se usaba una madera muy liviana, llamada balsa, con la cual se construían unas embarcaciones de forma alargada.

Estas “balsas” contaban con mástiles y velas y algunas eran suficientemente grandes como para llevar 50 hombres y navegar a través de grandes distancias