Los Incas |
Actividades
económicas
Agricultura La
agricultura fue la base de sus instituciones políticas y se fundaba
principios verdaderamente científicos que les permitieron la alianza de
la pequeña propiedad y el estado productor. El territorio estaba dividido
en tres partes: una para el sol, otra para el Inca o soberano y la tercera
para el pueblo; las dos primeras se trabajaban colectivamente y sus
productos se dedicaban al sostenimiento del culto y de los sacerdotes, los
gastos del imperio y de su soberano; la tercera consistía el ayllu
y se dividía en parcelas proporcionadas al numero de miembro de cada
familia; a cada matrimonio se le daba la cantidad de tierra que se creía
suficiente para su mantenimiento, por cada hijo varón se aumentaba un
tanto y mitad por cada hija mujer; las tierras de los ancianos, las viudas,
los enfermos y los soldados en servicio eran cultivadas también
colectivamente. El Inca mismo daba el ejemplo del trabajo en un día
especial y rompía la tierra con una especie de arado de oro. Se
cultivaban el maíz, la papa, la quinua y el trigo inca.
Caza
y Pesca Sus
armas eran la honda, la macana y la boleadora. La cacería de la vicuña
estaba reglamentada; La vicuña es un poco más pequeña y su vellón más
corto que la llama. No era permitido cazarla sino una vez al año y en el
mismo sitio. Armados con palos y lanzas formaban miles de cazadores un
circulo inmenso que iba estrechando hasta recoger a todos los animales en
una llanura; allí mataban a los machos, les sacaban las pieles y la carne
era cortada en tajadas muy delgadas. Las vicuñas eran esquiladas y la
lana era depositada en los almacenes reales, de donde las más finas se
destinaban para los vestidos del inca y la otra se repartía al pueblo. La
pesca era practicada en las costas y en el lago Titicaca, en balsas que
eran usadas desde mucho tiempo atrás en esa región y a las cuales
llamaban “caballitos”. Domesticación
de animales: los incas criaban llamas, alpacas, conejillos de indias,
perros y patos. La
llama era animal de carga y les proporcionaba además de carne y lana. La
estructura de su estomago le permite pasarse sin beber durante semanas
enteras. Su defensa de quien la importuna es escupirle en la cara el estiércol
que tiene almacenado; es un animal muy manso y un niño puede conducirlo a
donde quiera. La
alpaca no se usa para carga sino para carne, lana y telas magnificas.
Industrias La
textilería, la metalúrgica y la alfareria fueron las principales artes
industriales de los incas. Los
tejidos, por su calidad y diseño, son los mejores de América. De la lana
hacían los mantos regios, alfombras y colgaduras para los palacios y los
templos, le daban el brillo de la seda y colores superiores a los que
hasta entonces se conocían en Europa. Las “camisetas” de lana eran
adornadas con oro y, piedras preciosas y plumas; los españoles dieron ese
nombre a la túnica larga y sin mangas que fue típica de los incas. También
empleaban la fibra del maguey y el algodón, que crecían en abundancia en
la costa. La lana y el algodón de los almacenes reales eran repartidos a
las familias según sus necesidades; se confiaba a las mujeres el hilado y
el tejido; cuando la familia estaba provista, se trabajaba para el inca
según distribución hecha por oficiales reales que inspeccionaban la
labor, pues con excepción de los enfermos e inválidos todos los súbditos
del imperio, hombres y mujeres, debían trabajar dentro de un plan
dirigido por el estado. Los
dos telares que usaron fueron el verticales o de dos postes hincados en el
suelo, y el horizontal que tuvo gran uso en todo el continente. Cerámica.
Los incas eran también muy hábiles ceramistas; No obstante, algunos
especialistas en la materia sostienen que la cerámica incaica no fue tan
espléndida como la que hacían los primeros pueblos que habitaron la región
andina. Los
alfareros mezclaban la arcilla con arena o con conchillas trituradas. Como
desconocían la rueda del alfarero, armaban cada vasija con rollos de
arcilla. Luego emparejaban y alisaban las paredes de la vasija
primorosamente. Solían
moldear recipientes con formas humanas o animales. Por lo general, los
dibujos de las vasijas eran pintados, pero también se grababan en la
arcilla, simplemente con una uña, o con una varilla. Por ultimo, el
cacharro se horneaba.
Metales Todas
las minas pertenecían al emperador, y el metal que de ellas procedía se
guardaba con mucho celo. El oro y la plata se enviaban directamente al
Cuzco, y si alguien era sorprendido dejando la ciudad con estos metales,
era severamente castigado. Artesanos
muy expertos hacían objetos de oro, platino y cobre, y sabían también
que mezclando el cobre con el estaño se obtenía el bronce. Los incas no
conocían el hierro. La mayoría de los objetos que fabricaban tenían
fines ornamentales y no utilitarios; hacían joyas de oro, figuras de
llamas y mascaras para las momias. Eran muy pocos los utensilios que se
fabricaban con metal. Uno de los métodos empleados para trabajar el oro,
la plata y el cobre consistía en martillar el metal hasta obtener finas
laminas; Luego se las modelaba, sin emplear el calor. Otra
técnica se lograba vaciando el metal fundido en moldes. Los hornos se
encendían con leña, pero la madera escaseaba y era muy valiosa en casi
toda la región andina. Siempre que fuera posible, los hornos se construían
en la pendiente de una colina, donde una constante corriente de aire
mantenía vivo el fuego y permitía que se alcanzara la alta temperatura
necesaria para fundir los metales.
Comercio Los
incas no formaban un pueblo mercantil, ni sabían lo que era el dinero.
Para los cambios de productos con los países vecinos se celebraban ferias
en los confines del imperio.
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