Alfred Adler

The image “http://webspace.ship.edu/cgboer/adler.jpg” cannot be displayed, because it contains errors.


Nace en 1870 y muere en 1937. Médico neurólogo y psiquiatra austriaco, nacido en Viena, hijo de un comerciante judío de clase media y educado en su universidad. De pequeño sufrió de una gran debilidad física y tuvo varias enfermedades graves como raquitismo y neumonía, por eso su interés social y su preocupación por los defectos físicos.Tras concluir sus estudios universitarios, se formó con Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, y se asoció a él. En 1911 Adler abandonó la escuela psicoanalista ortodoxa para fundar una escuela neofreudiana de psicoanálisis. Después de 1926, fue profesor invitado de la Universidad de Columbia, trasladándose definitivamente a los Estados Unidos en 1935, para morir en Escocia a los 67 años.

En su "Estudio de la inferioridad de los órganos", Adler habla sobre un sentimiento de inferioridad que padecen todos los hombres, desde su nacimiento, el cual motiva al individuo a realizaciones constructivas.

Para él eran la pequeñez y la indefensión de los niños recién nacidos lo que producía en ellos sentimientos de inferioridad. Desde que aparece el sentimiento de inferioridad, el niño trata de superarlo, debido a lo intolerable que le resulta.

El individuo, durante toda su vida trata de responder a su sentimiento de menorvalía con una actitud de superioridad. Esta búsqueda constante de significación y/o poder constituiría lo que él llama "interés social", y engloba también la empatía y la identificación con otros seres humanos.

El hombre es un ser impulsado por un deseo innato de dominar a los demás a fin de compensar los sentimientos profundos, pero ocultos de su propia inferioridad. 

Adler hizo hincapié en que los sentimientos de inferioridad nacen de las que él consideraba las tres relaciones más importantes: las que el individuo mantiene con su trabajo (tomándolo como actividades útiles a la sociedad), con los amigos (con quienes se expresa el carácter de ser miembros de la raza humana y de la necesidad de adaptarse e interactuar con los demás) y con su objeto amado (pareja del sexo contrario con la que lleva una estrecha unión en cuerpo y mente). 

Los sentimientos de inferioridad conscientes o inconscientes —a los que denominó ‘complejo de inferioridad’— combinados con mecanismos compensatorios de defensa, son las causas básicas de su carácter psicopatológico. La función del psicoanalista, en consecuencia, sería descubrir y racionalizar tales sentimientos, para terminar con el deseo incontrolable de compensarlos, que acaba determinando actitudes neuróticas egocéntricas, sobrecompensaciones e, incluso, la huída del mundo real y sus problemas (o adoptar objetivos de vida poco realistas, que a menudo se manifiestan como una voluntad poco razonable de poder y dominio, que conduce a diversos tipos de comportamiento antisocial, desde la intimidación y la presunción a la tiranía política)

Adler afirma que el consciente era la fuente de neurosis, en vez del inconsciente, como decía Freud, y dice que los trastornos psicológicos provienen de un modo de vida equivocado, que supone la adopción de opiniones y metas erróneas, por un escaso desarrollo del interés social pues mientras que la persona neurótica puede perseguir el poder y la automagnificación, la persona normal persigue metas de carácter social y en su realización se toman en cuenta las necesidades de otros.

En personas normales, esta "búsqueda de superioridad" consiste en encontrar un nivel más alto de desarrollo o una personalidad mejor integrada. Todos los impulsos del hombre no son apetencias separadas y distintas sino una manifestación de esforzarse por alcanzar esta superioridad. Hay una meta final que los hombres tratan de alcanzar, la cual da unidad a sus personalidades; esta meta es alcanzar su "imagen directriz", que es un ideal de personalidad. Éste es un punto hacia el cual se va a edificar el carácter del individuo.

Cuanto más precisa y rígida sea sea la imagen directriz, tanto más dogmáticamente trazará las líneas directrices de su vida, adecuándolas lo más posible al mundo exterior para evitar un choque. El material para la formación del carácter está latente en todas las regiones de la vida psíquica. Pero las necesidades y dificultades de la vida imponen modificaciones al carácter en ciertos aspectos que no pueden adecuarse a la realidad externa del individuo. Toda esta energía empleada en la compensación de las deficiencias proviene de un "impulso agresivo".

Los rasgos de carácter, tal como se manifiestan en la vida del hombre, deben ser considerados como líneas directrices para el pensamiento, el sentimiento y la voluntad y la acción, como artificios de la psique humana. 

Por eso Adler concibe el carácter como un patrón que se dirige a la imagen directriz y el terapeuta debe captar la significación de este patrón, entenderlo como símbolo de plan de vida, como un valor metafórico.

Cada persona descubre su propia manera de esforzarse por realizar el fin fundamental de la superioridad, su propio "estilo de vida" y cada estilo es único. Es el camino de cada persona para seguir una meta. Está conformado por tres factores: la herencia, el yo interior y el medio ambiente; siendo la estructura más importante el yo interior ya que éste regula las relaciones entre las dos estructuras restantes. El estilo de vida se forma desde el nacimiento hasta los 5 o 6 años.

Según Adler una imagen directriz exaltada y reforzada en un niño afectado de alguna inferioridad, puede dar resultado a una serie de intentos de compensación de la psique, que pueden degenerar en neurosis o psicosis.

Los neuróticos se aferran con fuerza a sus moldes de seguridad, a su plan de vida y con mayor energía aún si presienten que, de abandonarlos, caerían derrotados. Entonces, el neurótico se apodera de la realidad para transformarla o someterla a su ideal de personalidad. Cuando se ve amenazado con una derrota, los dispositivos neuróticos entran en acción impidiendo el despliegue de la acción peligrosa.

Los obstáculos para un desarrollo adecuado, son situaciones en la infancia que obstaculizan el desarrollo y provocar un estilo de vida no cooperativo. Estas situaciones son:

a.. Inferioridad orgánica: al alejarse de la interacción con los demás, se forma un egocentrismo por su sentido de inhabilidad de formar parte.
b.. El mimo: dificulta el desarrollo de un sentido de interés social y cooperación.
c.. La indiferencia: un niño despreciado o no deseado nunca ha sabido qué es el amor y la cooperación en el hogar y por ello le cuesta trabajo desarrollar estas capacidades.
Por lo anterior, la psiconeurosis es un resultado de la vanidad y su objetivo final es preservar al individuo de la colisión entre su objetivo en la vida y la realidad.