paso:
en este caso el 'suceso' (en el mismo sentido poco más abajo; vid. supra,
IV, n. 21) al que don Quijote se acoge no procede de libro caballeresco alguno,
sino del romancero (como cuando los leones [II-XVII], la cueva de
Montesinos [II, XXII-XXIII] o el retablo de Maese Pedro [II,
XXV-XXVII]); más en concreto, del anónimo Entremés de los romances, de
finales del XVI (posible fuente de la primera parte del Quijote, o
primera imitación del mismo; sin que falte quien se lo atribuye al propio
Cervantes), en el que un labrador llamado Bartolo, sin juicio de tanto leer
romances, sale en busca de aventuras, acompañado por su escudero Bandurrio,
para ser pronto apaleado por el zagal de una pastora a la que intenta defender,
ocasión en la que evocará -como don Quijote- el romance del marqués de
Mantua. Por lo demás, es de notar que Don Quijote aquí -y no olvidemos que se
autoafirmará una y mil veces a lo largo de la novela como Don Quijote de la
Mancha (vid. infra, n. 17)- todavía se desdobla en Valdovinos,
primero, y en Abindarráez, después (el hecho se repetirá sólo en I-VII [75,
n. 7], cuando se imagina ser Reinaldos de Montalbán).
aquel...
montiña: posiblemente el que comienza "De Mantua salió el
Marqués" (AA). En todo caso, los romances aludidos derivan de una
adaptación española de la leyenda francesa de Ogier li Danois, en la cual
Valdovinos es Baudouin y el marqués de Mantua Ogier (MR). "Carloto [el
hijo de Carlomagno] sacó con engaño a la floresta Sinventura a Baldovinos, con
ánimo de quitarle la vida y casarse con su viuda, la infanta Sebilla. Le hirió
a traición y le dejó abandonado" (LM). Sabido es que, con la misma base,
Lope de Vega escribió su comedia titulada El Marqués de Mantua. Montiña:
'montaña, bosque', en acepción propia del romancero.
...viejos:
la popularidad de la historia evoca la alcanzada por La Celestina:
"Los niños [...], los moços [...], los viejos [...]; y estos papeles
[pelean] con todas las edades. La primera los borra y rompe; la segunda no los
sabe bien leer; la tercera, [...], discorda" (Prólogo, Russell,
200).
volcar:
'revolcar', con el mismo valor que "comenzó a volcarse por la cama'
en DD (813).
caballero
del bosque: Valdovinos (supra, n. 3); así se denominará luego a
Cardenio y a Sansón Carrasco.
...desleal:
los versos proceden de un romance nuevo, incluido en el Romancero general de
1600, elaborado sobre el viejo del marqués de Mantua, cuya letra decía:
"¿Dónde estás, señora mía, / que no te pena mi male? / De mis
pequeñas heridas / compasión solías tomare" (VG).
...carnal:
el romance citado en la nota anterior seguía: "Oh noble marqués de
Mantua, / mi señor tío carnale", lo que "desface el entuerto".
...de
Mantua: don Quijote confunde a su vecino, Pedro Alonso, con el marqués de
Mantua, de acuerdo con el Entremés, donde el labrador Bartolo toma a sus
familiares, que acuden en su ayuda, con aquél.
...Emperante:
'emperador', en uso propio de la literatura épica y caballeresca; se refiere
-según dijimos en la n. 3- a Carloto, el hijo de Carlomagno.
...le
conoció: todavía se sigue el romance del marqués de Mantua casi al pie de
la letra, pues otro tanto hizo éste con Valdovinos: "Con un paño que
traía / la cara le fue a limpiare; / desque la ovo limpiado / luego conocido lo
hae".
se
debía de llamar: pero en I-I se concluyó, por conjeturas verosímiles
(31), que se llamaba Quejana, y al final de la novela será Quijano
(1073).
preguntase:
'pidiese, demandase, suplicase'.
Abindarráez:
es el protagonista de nuestra primera y anónima novela morisca, la Historia
del Abencerraje y de la hermosa Jarifa, publicada en el Inventario
(1565) de A. de Villegas y recogida desde 1561 (fecha de sus dos primeras y
únicas ediciones sueltas) en el libro IV de La Diana de J. de
Montemayor, donde don Quijote -Cervantes- parece haberla leído, según se dice
a continuación.
las
mesmas palabras: si don Quijote le respondió las mismas palabras que
Abindarráez a Rodrigo, no extrañará que Pedro Alonso se diese "al
diablo", pues el Abencerraje contesta relatando su pasado al demandante:
"A mí llaman Abindarráez el mozo a diferencia [...]" (ed. F. López
Estrada, Madrid, Cátedra, 1982, 112 y ss.).
dábale:
así P, aunque haría mejor sentido dábase (RM); quizás se trate
de una errata, aunque no es segura.
sé
quién soy: pese a su locura, don Quijote mantiene clara conciencia de su
personalidad, la cual se autoafirma e independiza respecto a los héroes de
ficción. Por eso, y de acuerdo con lo que sigue, hay que entender 'sé quién
quiero o puedo ser'.
...pares
de Francia: según dirá el canónigo en I-XLIX, "fueron caballeros
escogidos por los reyes de Francia, a quien llamaron pares por ser todos iguales
en valor, en calidad y en valentía; [...] y era como una religión de las que
ahora se usan de Santiago o de Calatrava" (492). Son nombrados ya en la Chanson
de Roland, sin que haya acuerdo sobre la identidad de los doce; en el Poema
de Fernán González se nombran los siguientes: Roldán, Oliveros, el
arzobispo Turpín, Ogier de Dinamarca, Valdovinos, Reinaldos de Montalbán,
Terrín, Gualdabuey, Arnald, Angelero, Estolt y Salomón.
nueve
de la Fama: citados con relativa frecuencia, como personajes proverbiales,
en textos áureos, eran tres judíos (Josué, David, Judas Macabeo), tres
gentiles (Alejandro, Héctor, Julio César) y tres cristianos (el rey Artús,
Carlomagno, Godofredo de Bouillon).
tan
mal caballero: en doble sentido: 'en tan mala cabalgadura' y 'cabalgando tan
mal', pues, tras desarmarlo, el lugareño lo subió sobre su jumento, en el que
don Quijote "no se podía tener". Se aclara en I-XV, 145, n. 37.
...bebida:
las cuchilladas con las paredes prefiguran la aventura de los cueros
de vino (I-XXXV), del mismo modo que la preciosísima bebida al bálsamo
de Fierabrás (I-XVII, 157, n. 10).
Esquife:
la sobrina deforma humorísticamente -como luego hará frecuentemente Sancho-,
también por ignorancia, el nombre del marido de Urganda (a quien, más abajo,
el ama llamará Hurgada) la Desconocida (vid. Prels., n. 52), Alquife:
encantador -como dice el texto- de la serie de los Amadises y supuesto
autor del Amadís de Grecia.
abrasados:
así se hará en el cap. siguiente, como anticipa el cura a continuación, quien
no deja de aludir a los "Autos de Fe" inquisitoriales (acto
público).
cure
y cate de: así P, aunque ni el orden ('cure y examine') ni la
preposición ('cuidar de') convienen al sentido médico de la frase; por eso RM,
entre otros, suprime el de (enseguida se dirá catándole las feridas).
Claro que, si don Quijote está aludiendo a los poderes mágicos de Urganda (Prels.,
n. 52), la falta de lógica bien podría ser intencionada, pues la sanidad está
garantizada.
Mirá...
maza!: 'Mirad [Prels., n. 97] en hora mala!' (era más frecuente ...noramaza),
en eufemismo popular.
jayanes:
"Jayán. El hombre de estatura grande, que por otro término decimos
gigante, [...] Deste término jayán usan los libros de caballerías [...] Para
encarecer la estatura o fuerza de un hombre decimos es como un jayán, o
tiene fuerzas de un jayán" (Tesoro).
Para
mi santiguada: 'por mi cara santiguada, por mi fe, a fe mía'. Es fórmula
de juramento muy frecuente; ya en La Celestina: "CEL. -Calla, que para
la mi santiguada do vino el asno vendrá el albarda" (I, Russell, 250).
Vid. I-XXXII, n. 7.
otro
día: 'al otro día, al día siguiente', según el uso clásico normal.