Pencri
la abejita pensante


Hola soy Pencri la abejita pensante. Quiero contarte como llegué aquí.
Un día estaba volando por los campos de Puerto Rico buscando una flor donde chupar néctar y así saciar mi hambre. Llovía copiosamente y cuando llegaba a una flor el agua me empujaba y rodaba hacia la tierra. Con mucha voluntad volvía a batir mis pequeñas alas llegaba a otra flor pero la lluvia no me dejaba. Ya no tenía fuerza, el hambre no me permitía luchar así que me di por vencida y me dispuse a morir.
Dejé de batir mis alas y caí. Pero no caí a la tierra. Tuve la suerte de caer en los hombros de un niñito como tu. Su nombre era Josué. El me cogió cariñosamente en sus manos. Yo le conté mi triste historia. El me dijo "No sufrirás más". Me llevó a su casa. Allí hay un gran vergel.
Como es bajo techo pude chupar el néctar de todas las flores aunque afuera llovía copiosamente. Josué le contó mi historia a su maestra. El también tenía mucho coraje con la lluvia. Le dijo: trae a Pencri al salón que quiero hablar con ustedes. Al otro día Josué y yo llegamos temprano a su salón. La maestra ne miró tiernamente y me preguntó:
¿Estaba lloviendo cuando saliste a recorrer los campos?
No - le dije yo.
¿Sabías tu que iba a llover fuertemente?
- No -le repetí - yo no soy adivino.
- ¿Anuncia la naturaleza cuando va a llover?
- Sí le dije avergonzada.
- ¿Cómo la naturaleza lo dice?
- El cielo se nubla. Se ve todo negro.
- ¿Qué pudiste haber hecho antes de salir?
- Yo tenía mucha prisa, recuerda que yo tenía mucha hambre, le decía yo para defenderme.
- Pero ¿Qué tenías que hacer? me dijo suavemente.
- Mirar el cielo y recordar que siempre que se ve el cielo así llueve copiosamente - le dije.
- Entonces ¿es justo que te enojes con la lluvia? Fue la lluvia la culpable de lo sucedido?
Yo bajé la cabeza y estuve pensando un momento sin decir nada. Finalmente le dije a Josué que no quería seguir hablando con la maestra.
Por varios días miraba el cielo y un día lo vi muy nublado y pensé hoy va a llover fuertemente. Recordé a la maestra y le dije a Josué "Ven amigo, vamos a tu salón, hoy tengo el valor de decir que yo fui el único responsable de lo que me pasó porque no observé. Ahora la maestra de Josué está muy contenta y me va a enseñar a usar mi pensamiento y mi mente crecerá y seré cada día más inteligente. Voy a saber tanto como la maestra. Ya te contaré lo que he ido aprendiendo.

Te invito a leer mis cuentos
Niño dame tu opinión.
¿Podríamos culpar la lluvia de lo que le pasó a Pencri?
Según tu opinión ¿ Quién tiene la culpa? Conoce a Andre;ita