Intrepretador
de Comandos
El
interpretador de comandos se encarga de realizar la interacción con el
usuario. Su función básica consiste entonces en interpretar el comando
dado por este y ejecutar la acción correspondiente. En algunos casos se
permite al usuario hacer cosas como ejecutar varios comandos en paralelo o
ejecutar una secuencia de comandos haciendo que los resultados de la
ejecución de un comando puedan usarse como entrada al siguiente. Este
tipo de facilidades pueden ser interesantes en ciertos contextos y le dan
una gran versatilidad a los sistemas.
Un usuario puede dar dos tipos de
comandos:
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Aquellos
que permiten realizar funciones básicos del sistema como examinar el
directorio de los discos, renombrar un archivo, etc. y cuya ejecución
implica el llamado a un procedimiento del sistema que está siempre
residente en la memoria. Una vez ejecutado el comando se debe saltar
nuevamente al interpretador de comandos.
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Aquellos
que implican la ejecución de un programa que está almacenado en el
disco, ya sea que éste es un utilitario del sistema (un formateador, un
depurador, un copiador sofisticado de archivos, etc.) o un programa de
aplicación al usuario. En cualquiera de los dos casos, el programa debe
cargarse y ejecutarse en la memoria, en la zona del usuario. La ultima
instrucción del programa debe ser un salto al interpretador de comandos,
o al módulo del sistema que se encarga de cargarlo. En caso de que el
comando solicitado no corresponda a un programa ejecutable del disco se
debe producir un mensaje para el usuario anunciándoselo.
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