El Estrés

 

 

 

Relajación contra estrés

 

Habrá oido hablar mucho del estrés. Pero sabe en realidad lo que es? Para algunas personas es sinónimo de continuo sobresalto, para otros es equivalente al malestar y para la mayoría significa tensión. Pero en todos los casos el estrés representa para nosotros algo inquietante y altamente perjudicial.  

Sin embargo, el estrés no se puede considerar en principio como una enfermedad sino como la respuesta, tanto física como mental, a las adaptaciones y ajustes del ser humano a los diversos acontecimientos vitales. Esa respuesta, que en principio puede ser natural y que surgiría para ayudarnos a afrontar nuevas situaciones, cuando se transforma en una reacción prolongada e intensa es muy posible que desencadene serios problemas físicos y psíquicos. Actualmente el estrés es uno de los factores de más alto riesgo en las enfermedades cardiovasculares, por lo que les recomendamos una serie de pautas, no sólo para intentar controlarlo, sino también para prevenirlo.  

 

Localice el origen

La mayoría de las personas están más pendientes del estado del tiempo o el saldo de su cuenta corriente que de la tensión de su propio cuerpo. Pero no olviden que saber qué es el estrés, reconocerlo y,sobre todo, averiguar qué lo está desencadenando y cómo está afectando nuestro organismo, es el primer paso en su manejo y control.

 

Cuide su alimentación

Tabaco, café y alcohol lo potencian, por lo que es necesario limitar su consumo. La dieta tiene que ser equilibrada, rica en verduras, fruta y fibra y baja en grasas y azúcares. Coma despacio y de forma regular.

 

Haga ejercicio

La actividad física de forma regular, mejora su bienestar general y ayuda a prevenir el estrés y las enfermedades que provoca.

 

Aprenda a contar lo que le pasa

No guarde sus sentimientos: son una bomba de tiempo. Aquellos que transmiten sus emociones padecen menos trastornos.  

Practique el optimismo

Rechace los pensamientos negativos y sustitúyalos por pensamientos positivos. No es fácil hacerlo, pero no es imposible. Ser flexible y tener actitudes positivas ante la vida aumenta las defensas.

 

Aprenda a decir NO

Es importante no crearse más obligaciones de las necesarias. Atrévase a decir su opinión y no se sobrecargue con responsabilidades excesivas.

 

Aprender a respirar correctamente es la llave maestra de la relajación.

  • Sentado o acostado, cierre los ojos. Inspire profundamente por la nariz y exhale el aire por la boca.

  • Respire profundamente (siempre a partir del diafragma) y afloje las mandíbulas, deje la boca entreabierta.

  • Vuelva a tomar aire profundamente y deje caer los hombros.

  • Una nueva respiración profunda y abra las manos.

  • Inspire profundamente, retenga el aire mientras cuenta hasta cinco y vuelva a exhalar el aire por la boca. Repita este último paso al menos cinco veces.

  • Dé a su cuerpo y a su mente la oportunidad de relajarse. El fin de la relajación es disminuir la ansiedad y la tensión muscular sobre todo en situaciones de presión.

 

No se pueden evitar las situaciones preocupantes pero sí se pueden manejar las respuestas y reacciones a ellas aprendiendo y practicando relajación.  

Es imposible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente al mismo tiempo. No pueden convivir en el mismo momento la sensación de bienestar corporal y la de estrés mental.  

La respuesta del organismo a la relajación es un efecto de recuperación casi inmediato y es una tregua para el cuerpo.  

La relajación progresiva de los músculos reduce la frecuencia del pulso y la presión de la sangre, así como el grado de sudoración y la frecuencia respiratoria. Además, evita los problemas orgánicos que el estrés produce.  

La distensión física logra un importante relax muscular que alivia la presión acumulada en nuestro cuerpo.