Variedad de estilos |
Los
movimientos creados por Hua T’o, imitaban al venado, al tigre, al oso,
al mono, y a los pájaros.
Es
fácil intuir, que el venado fue elegido por la seguridad de su paso, su
vivacidad y la rapidez de sus movimientos; el tigre, por su fuerza y
ferocidad; el mono, por su ingenio, su astucia, su flexibilidad, y su
habilidad para imitar casi todo lo que pueden hacer los humanos; el ave,
la cual puede representar a muchas especies, posiblemente resultó
escogida por su gracia, su ligereza, y su rapidez para picar.
Según
una leyenda popular, a Bohidharma se le atribuyen los movimientos del dragón,
la serpiente, el tigre, el leopardo y la grulla. Se piensa que creó estos
movimientos por las siguientes razones:
Los
movimientos del dragón se crearon para desarrollar la condición de
alerta y la concentración. Estos movimientos eran ejecutados sin aplicar
la fuerza, apoyando con la respiración en el abdomen inferior, junto con
la coordinación de la mente, el cuerpo, y el espíritu. Los movimientos
eran prolongados, fluidos, y continuos.
Los
movimientos del tigre estaban formados para desarrollar los huesos,
tendones y músculos. Estos movimientos requerían fuerza y tensión dinámica;
eran cortos y duros… efectuados con ojos penetrantes y determinación.
Los
movimientos del leopardo se utilizaban para desarrollar velocidad, lo
mismo que fuerza. Eran rápidos, mañosos, con guardias de base corta, y
puños cerrados.
Los
movimientos de serpiente, se empleaban para desarrollar temperamento y
resistencia. La respiración era lenta, profunda, suave y armoniosa. Se
caracterizaba de movimientos fluidos, ondulantes, y con apoyo en los
dedos.
Los
movimientos de la grulla eran utilizados para desarrollar el control, el
carácter y el espíritu. Los movimientos en guardia sobre una pierna eran
ejecutados con una considerable suma de meditación.
Con
el paso del tiempo y de las generaciones, se fue ampliando el repertorio
de movimientos, a los que se les añadió entre otros la imitación del
elefante, del león, del caballo… Se dice que todo esto ocurrió antes
de Shao-lin.
Pronto,
los chinos se dieron cuenta de que existían dos tipos de fuerza: la
externa y la interna. Al referirse a la fuerza interna, esto denota poder
oculto, que escasamente puede ser visto cuando es aplicado: un claro
ejemplo de ello es el hecho de partir doce ladrillos con tan solo oprimir
el conjunto con el talón de la mano.
Una
de las más desarrolladas y respetadas formas de esta época, fue el
Tien-hsüe, o Dim Muk en cantonés. Este arte es el estudio del contacto
de puntos nerviosos . El estudio del sistema humano, era tan detallado y
explícito, que tomaba años para ser perfeccionado. Además, de aprender
los puntos nerviosos, se aprendía a restablecer y administrar hierbas
para una curación particular. Esta forma se está extinguiendo.
A
parte de los ya citados, existen otros tantos estilos, pero todos tienen mérito,
y aunque algunos son mejores que otros, es el practicante el factor clave.
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