Termodinámica |
Otras formas de energía Eléctrica La
corriente eléctrica es uno de los numerosos fenómenos que pueden
producir trabajo mecánico o calor. La primera transformación se realiza
en los motores y la inversa de los generadores electromagnéticos de
corriente (dínamos, alternadores). En todos los conductores por los que
pasan una corriente hay una producción de calor, conocida con el nombre
de efecto de joule; la transformación contraria directa, es decir
de calor en electricidad, se observa en las pilas termoeléctricas y basta
calentar una de las dos soldaduras de dos metales diferentes que forman
parte de un circuito para que se engendre en el mismo una corriente. De
ellos se deduce que existe energía eléctrica y que el paso de una
corriente es en realidad un transporte de energía a lo largo de un
circuito. Química Las
reacciones químicas tienen lugar con absorción o desprendimiento de
calor, según los casos. La combustión, que es la combinación del oxígeno
del cuerpo combustible o con los elementos que lo integran, revelan que
una muestra de carbón y oxigeno contiene energía química
potencial, que puede utlizarse al iniciar la combustión o la combinación
de ambos cuerpos. La
energía química se emplea a si mismo en las pilas y acumuladores eléctricos,
que la transforman en energía eléctrica, y el fenómeno inverso se
produce en la electrólisis, en particular al cargar los acumuladores. Las
explosiones son un ejemplo de transformación de energía química en
trabajo mecánico. Radiante La
luz se produce de diversas formas, pero la más corriente de éstas
consiste en calentar cuerpos a una temperatura bastante elevada (lámpara
de gas, Lámpara eléctrica de incandescencia). La incandescencia es
precisamente la transformación de energía calorífica en energía
radiante. En
los fenómenos de luminiscencia, o emisión de luz en frío, interviene
otra forma de energía que es mecánica en el caso de la tribolumiscencia.
La ruptura de ciertos cristales que se producen por ejemplo al machacar azúcar
provocan la aparición de luz. En la electroluminiscencia, la energía eléctrica
se transforma directamente en luz sin que pase por la forma calorifica
intermedia. Así acorde en los tubos de gas rarificado como el neón y los
vapores de sodio y mercurio. En la quimioluminiscencia, algunas reacciones
químicas, como la oxidación lenta del fósforo blanco en contacto del
aire, provocan emisión de luz, sin calentamiento apreciable. La luz
emitida por las luciérnagas se debe a un fenómeno análogo, puesto que
produce de las reacciones químicas que se producen durante la digestión. La
energía radiante puede convertirse en cualquiera de las otras cuatro
formas de energías que se han considerado. Así, cuando una sustancia
absorbe radiaciones, se calienta y este efecto calorifico es
particularmente intenso en el caso de las radiaciones infrarrojas. Por
otra parte, los haces luminosos dirigidos hacia los cuerpos ejercen en
estos una fuerza de empuje que produce efectos mecánicos y recibe el
nombre de presión de radiación, fenómenos que explica la
repulsión de la cola de cometas por los rayos solares. La transformación
de energía luminosa en energía eléctrica tiene lugar en la
fotoelectricidad al captárselos electrones que emiten algunos metales
cuando recibe la luz. Este fenómeno ha dado lugar a innumerables
aplicaciones practicas, entre las cuales pueden mencionarse el cine sonoro
y la televisión. Las
modificaciones químicas sufridas por los cuerpos bajo la influencia de la
luz son numerosas y constituyen el objeto de la ciencia denominada fotoquímica,
que estudia la transformación de la energía luminosa en energía química.
Las plantas realizan esta transformación gracias a la clorofila, que
absorbe las radiaciones solares, y la energía así almacenada se emplea
para sintetizar los alimentos hidrocarbonados.
|