Sísmologia |
Aplicaciones La
investigación sismológica básica se concentra en la mejor comprensión
del origen y propagación de los terremotos y de la estructura interna de
la Tierra. Según la teoría elástica del rebote, la tensión acumulada
durante muchos años se libera de manera brusca en forma de vibraciones sísmicas
intensas por movimientos de las fallas. Los
temblores fuertes pueden, en segundos, reducir a escombros las estructuras
de los edificios; por esto los geólogos e ingenieros consideran diversos
factores relacionados con los sismos en el diseño de las construcciones,
porque los diques, las plantas de energía nuclear, los depósitos de
almacenamiento de basuras, las carreteras, los silos de misiles, los
edificios y otras estructuras construidas en regiones sismogénicas, deben
ser capaces de soportar movimientos del terreno con máximos estipulados. Los
métodos sísmicos de prospección utilizan explosivos para generar ondas
sísmicas artificiales en puntos determinados; en otros lugares, usando geófonos
y otros instrumentos, se determina el momento de llegada de la energía
refractada o reflejada por las discontinuidades en las formaciones rocosas.
Estas técnicas producen perfiles sísmicos de refracción o de reflexión,
según el tipo de fenómeno registrado. En las prospecciones sísmicas de
petróleo, las técnicas avanzadas de generación de señal se combinan
con sistemas sofisticados de registro digital y de cinta magnética para
un mejor análisis de los datos. Algunos de los métodos más avanzados de
investigación sísmica se usan en la búsqueda de petróleo. El
perfilado sísmico de reflexión, desarrollado en la década de 1940 para
la exploración petrolera, ha sido utilizado en los últimos años en
investigación básica. En la actualidad hay programas destinados a
descifrar la estructura de la corteza continental oculta que han usado
esta técnica para sondear rocas a decenas de kilómetros de profundidad;
con ellos se resuelven muchos de los enigmas sobre el origen y la historia
de determinados puntos de la corteza terrestre. Entre los grandes
descubrimientos obtenidos destaca una falla casi horizontal con más de
200 km de desplazamiento. Esta estructura, situada en el sur de los
Apalaches de Georgia y de Carolina del Sur, representa la superficie a lo
largo de la cual una capa de roca cristalina se introdujo en rocas
sedimentarias como resultado de la colisión gradual entre América del
Norte y África durante el pérmico, hace 250 millones de años. Investigaciones
llevadas a cabo en el mar del Norte, al norte de Escocia, han trazado
estructuras aún más profundas, algunas se extienden bajo la corteza,
dentro del manto terrestre, a casi 110 km de profundidad.
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