Espejos Y Lentes

 

ESPEJOS CONCAVOS

En el estudio de estos espejos seguiremos la misma marcha que en el de los  espejos planos, empezando por determinar experimentalmente la naturaleza, posición y magnitud de sus imágenes.

La abertura del espejo o su diámetro AB del circulo base; su abertura angular es el ángulo ACB Nos limitaremos en nuestro estudio a los espejos de pequeña abertura, con diámetro inferior a la mitad del radio de la esfera, que corresponde a un ángulo menor que 20 a 25º.

1.       


Tomemos un objeto muy luminoso situado a gran distancia del espejo;  suele  decirse  en  este  caso  que  el  objeto  está infinitamente alejado del espejo o que está situado en el infinito  (para ello basta que el objeto esté situado a una distancia  comprendida  entre  50  a  100  veces  el  radio  de curvatura del espejo).  Podrá utilizarse para ello una lámpara eléctrica.  Tratemos de recoger los rayos reflejados sobre una pequeña pantalla de cartón blanco, y comprobemos que la mitad la distancia entre el centro de espejo y su vértice se tiene una imagen muy clara,  pero muy pequeña, e invertida,  de la lámpara y de los objetos situados a su alrededor;  el máximo de nitidez   se   obtiene   cuando   la   pantalla   está   situada perpendicularmente   al eje óptico que pasa por la lámpara. Este plano en el que se encuentran las imágenes de todos los puntos infinitamente alejados,  se denomina plano focal   del espejo.

2.        Aproximemos  el  objeto  al  espejo,  de  forma  que  la  imagen permanezca al principio en el plano focal, después, a medida que el objeto se aproxima al objeto.

3.        La imagen de la pantalla es siempre invertida, y aumentada cada vez más. (fig. 13).

Figura 13

  El ramillete mágico (El espejo da una imagen real derecha del ramo invertido y la maceta vacía parece una maceta de flores)        

3.         Cuando el objeto llega al plano frontal (perpendicular al eje óptico) que pasa por el centro C del espejo, la pantalla donde recoge la imagen debe estar también colocada en el mismo plano; esta imagen, siempre invertida (fig. 14), tiene exactamente la misma dimensión que el objeto.


                                                                        Fig. 14

 

4.       Si continúa aproximándose el objeto, la imagen sigue alejándose cada vez más rápidamente,  llegando a ser,  siempre invertida, mayor que el objeto.

5.       Cuando el objeto se encuentra en el plano focal, la imagen se encuentra  en  el  infinito  su  dimensión  es  enorme  y,  por consiguiente, es muy poco luminosa.  Encontramos en los párrafos 4 y  5  resultados conformes con el  principio del  retorno inverso de la luz relativo a la intercambialidad de la imagen y el objeto. 

6.       Cuando el objeto sobrepasa el plano focal,  aproximándose al espejo, no es posible recoger la imagen en una pantalla; la imagen, que hasta ese momento era real, se hace virtual.  Si nos colocamos de forma que recibamos en el ojo una parte de los rayos reflejados,  observamos una imagen todavía mayor que el objeto,  pero del mismo  sentido,  es  decir,  derecha,  y que disminuye cuando el objeto se aproxima al espejo (fig. 16)


 

                 Fig. 16

El espejo cóncavo puede dar, pues, imágenes reales y virtuales. Las imágenes y el objeto se desplazan siempre en sentido inverso.
Es posible,  valiéndose de  los  resultados  de  las  experiencias precedentes, trazar una curva que permita encontrar la posición de la imagen, conocida la del objeto, o inversamente.   Tomemos dos es de coordenadas rectangulares SP y SP' (fig. 16).  Sobre el eje abscisas SP se llevan las distancias p del objeto al vértice del objeto,  y  sobre  el  eje  de  ordenadas  SP'  las  distancias correspondientes p' de la imagen del espejo.  La curva que une los representativos obtenidos pasa por el punto de coordenadas  p = R y p’ = R   la curva es una hiperbóla equilátera,  cuyas asintotas  son  paralelas a los ejes de coordenadas, a la distancia  R   denomina distancia o longitud focal  f  la mitad del radio de altura R del espejo.

También se puede representar por una curva el aumento lineal, es decir, la relación entre las dimensiones de la imagen y el objeto a las diversas distancias p del objeto al espejo.   Para ello a con medir la imagen en la pantalla.   Esta relación será negativa cuando la imagen sea invertida, como sucede cuando p varia entre f y el infinito, forma se obtiene una rama de otra hipérbola.

DE LOS ESPEJOS CONCAVOS

Apl­icando  las  leyes  de  la  reflexión  a  los  espejos  esféricos cóncavos es posible obtener la dirección de los rayos reflejados, debiendo  llegarse    de  nuevo,  mediante  razonamiento,  a  los resultados de las experiencias anteriores,  la teoría permitirá establecer, además, fórmulas matemáticas y construcciones gráficas que fijen la posición, la dimensión y el sentido de la imagen.

 

Sea M un espejo esférico (fig. 17)


Fig. 17

de centro C y vértice S,  y consideremos un rayo incidente Al procedente del objeto A,  situado cerca del eje óptico,  y que encuentra el espejo en I.  Para determinar el ángulo de incidencia que traza la normal a la superficie en el punto I; como en una esfera los radios son perpendiculares a los planos tangentes, estos radios son:, por consiguiente, las normales buscadas.   El rayo reflejado IR tendrá, pues, que:  1) Estar en el plano AIC, que tomaremos como palmo de la figura, y   2) Formar con IC un ángulo igual al AIC.  Para encontrar más fácilmente la dirección del rayo reflejado, se traza por el centro  C  un radio CS' paralelo al rayo luminoso incidente Al (CS’ es un eje óptico secundario).  El rayo reflejado IR corta CS'.  En efecto, los ángulos AlC y ICS' son iguales  por alternos internos, y el triángulo ICF' es asósceles, siendo FC = IF’.    Si  se traza  desde  F' la  perpendicular  F'H  a  IC  se  tendrá:    IH = HC R    siendo R el radio de la esfera; en  el triángulo IF’C,, F'C  difiere muy poco de C, y,

             

 por lo tanto, de  R  y F’ está muy cerca del punto medio de S’C.  En el triángulo HCF’ HC = F’C cos

                         2

 ICF’, por lo que, si î es el ángulo de incidencia:

 

HC =   R  = F'C cos î

            2

 

                                                     FC = R

                                                         2 cos

En virtud de la hipótesis que hemos formado, la abertura del espejo la semiabertura angular es pequeña, y el ángulo î = ICS' es inferior a la semiabierta angular, y por consiguiente menor de 10%;  es decir, cos î está comprendida entre Cos 0º y Cos. 10º, o sea entre 1 y 0,985.

 

                                F'C, que es igual a R , cuando î es muy pequeño  y próximo de 0º

                                                               2

aumenta ligeramente hasta R, cuando î vale 10º, que es ya un ángulo notable.

                                           2