Los ciegos |
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La también
llamada amaurosis (del griego amayrosis, oscurecimiento) es la ausencia
total de visión o un alto grado de disminución de la misma. Desde el
punto de vista legal, se considera ciego a un individuo cuya agudeza
visual, aún con cristales o lentes de corrección, no alcanza más que 1/10
de la visión normal o menos en el ojo más afectado.
Igualmente
se consideran ciegos a los que, a pesar de tener mayor agudeza
central, sufran alteración permanente absoluta por culpa de la cual su
campo de visión no alcance una distancia angular mayor de 20º.
Desde
el punto de vista histórico pasaron muchos siglos antes de que la
sociedad se ocupara de los problemas inherentes a los ciegos. Una de las
primeras instituciones para invidentes de que la que se tiene noticiasfue el asilo fundado por S. Basilio de Capadocia en el año 369.
Sir
Luis, Rey de Francia, en el siglo XIII fundó una institución en París que
fue modelo en su época, ya que no se ocupaba sólo de atender al ciego
cuando se encontraba enfermo, sino que al mismo tiempo trataba de
proporcionarle un medio con que ganarse el sustento desempeñando pequeños
oficios y actividades compatibles con su defecto.
En
1806, August Zemne hace lo mismo en Alemania. Pero todos ellos tropiezan
con el gran problema de la enseñanza para los invidentes: la
identificación de un alfabeto. Ya los indios peruanos empleaban en
tiempos remotos un alfabeto de cuerda; más tarde se adoptó el sistema de
letras recortadas, siendo Valentín Haüy el primero en publicar una obra
con los caracteres en relieve.
La
más trascendente aportación en el campo de la enseñanza a los
invidentes la proporciona Louis Braille maestro ciego de la escuela de París,
al adoptar la llamada celda Braílle consistente en puntos perforados
sobre un cuadrado (celda) que representa cada signo o letra. Consigue hasta un total de 63 caracteres en las distintas combinaciones,
que después, mediante el tacto serían identificados por los ciegos.
Desde
el punto de vista de su patología la ceguera congénita puede deberse a la presencia de cataratas, en cuyo caso el niño nace con una
opacidad del cristalino producida generalmente por una enfermedad materna
durante la gestación: rubéola, lúes, etc.