LA RESISTENCIA

 

La resistencia es la capacidad de repetir y sostener durante largo tiempo un esfuerzo de intensidad bastante elevada y localizada en algunos grupos musculares.

Esta forma de endurecimiento depende en gran parte de la fuerza de los músculos, pero también del hábito de los grupos musculares usados en cuanto a trabajar con una deuda de oxígeno elevada, es decir, prosiguiendo sus contracciones en un estado próximo a la asfixia, pero sin alcanzar un estado tetánico. En efecto, en esta forma de esfuerzo, la aportación del oxígeno necesario a los músculos en la unidad de tiempo, es insuficiente. Los músculos no se recuperan totalmente. No pueden prolongar su trabajo si no neutralízan los excesos de ácidos, residuos de las reacciones químicas de la contracción muscular. El organismo se adapta entonces a la naturaleza del trabajo gracias a la producción de sustancias alcalínas, productos tampones que impiden los excesos de ácidos, y mediante el aumento de sus reservas energéticas.

Esta cualidad de resistencia es fundamental para ciertos deportistas: tenistas, gimnastas, remeros, boxeadores, corredores de fondo, etc.

Para desarrollar su resistencia, el deportista utiliza en su musculación:

  • cargas medias: 40 a 60 por 100 de sus máximas posibilidades
  • efectúa ejercicios por series de 15 a 20 repeticiones
  • entre las series establece intervalos cortos: 1 minuto