Casi nunca un cometa es un astro espectacular.
Todos los años se descubren de diez a veinte cometas, y sin embargo,
transcurren años enteros, a veces hasta lustros, antes de que uno de ellos
pueda contemplarse a simple vista.
Cuando un gran cometa aparece en el cielo, si lo contemplamos en una noche
oscura, constituye un espectáculo en verdad fascinante. Una aparente
estrella de gran fulgor, a veces de color ocre rojizo, se nos presenta
rodeada de una tenue nebulosidad, llamada cabellera. Y de la cabellera parte
una larga cola luminiscente, en ocasiones ligeramente curva, que cubre más
o menos un largo trecho del cielo. Esta cola, conforme se aleja del núcleo
del cometa, es cada vez más ancha y difusa. Hay cometas que muestran varias
colas a la vez, o un aspecto "abanicado".
La aparición del Halley en junio de 1456 debió ser una de las más
espectaculares de la Historia, ya que el cometa pasó muy cerca de la
Tierra, y además en las mejores condiciones posibles de visibilidad. También
fue impresionante el cometa en 1577, hasta el punto de que podía verse de día:
de aquí que las crónicas nos cuentan que un sable brilló a plena luz del
Sol sobre la ciudad de Viena. Era simplemente el cometa, visible desde
varias horas antes del crepúsculo.
Cuando las tropas de Napoleón entraron en Moscú, en 1812, un maestro les
relató que la invasión ya estaba prevista, porque un horrible cometa en
forma de puñal de hoja ancha había brillado durante varios días sobre la
ciudad. Se refería sin duda al magnífico cometa "abanicado" de
1811, que no sólo brilló sobre Moscú, sino que fue visto desde varios
continentes. En otras partes, en cambio, fue llamado "el cometa del
vino", porque hubo aquel año una vendimia extraordinaria.
El siglo XIX fue abundante en cometas extraordinarios. El de 1843 fue de los
más vistosos que ha podido contemplar el hombre en los tiempos modernos. Su
cola medía, según se calculó entonces, unos trescientos millones de Kilómetros
y visualmente atravesaba la mitad del cielo. El núcleo brillaba cerca del
horizonte occidental cuando el extremo de la cola alcanzaba el meridiano, a
media altura.
Pero el cometa más bello de todos los tiempos fue probablemente el Donati,
apareció en el otoño de 1858. Se le llamó "la espiga de oro"
por su suavísima tonalidad amarillenta, y presentaba dos colas: una
extraordinariamente grande y brillante, dispuesta en graciosa curva, y otra
estrecha, larga y azulada. El momento más espléndido tuvo lugar sin duda
cuando el núcleo del cometa entró en conjunción con la brillante estrella
Arturo. Quienes lo vieron aseguran no haber contemplado espectáculo más
bello en su vida.
En el siglo XX fue muy llamativo el Ikeya-Seki por su forma extraña y
descompuesta y su vistosa brillantez durante varios días; pero sin duda
alguna el cometa más impresionante de los últimos tiempos ha sido el West,
visible de madrugada en la primavera de 1976. Dotado también de dos colas
desiguales y divergentes, de una larga mecha de plata transparente, a través
de la cual se veía brillar limpiamente las estrellas.

Cometa Kohoutek
Esta fotgrafía en color del cometa Kohoutek fue tomada por los miembros del
Laboratorio Fotográfico Planetario y Lunar de la Universidad de Arizona.
Ellos fotografiaron el cometa desde el Observatorio de Catalina con una cámara
de 35 mm el 11 de Enero de 1974.
(Cortesía NASA)
Cometa Hyakutake
Estas imágenes del Cometa Hyakutake desde el Telescopio Espacial Hubble
fueron realizadas el 25 de Marzo de 1996 cuando el cometa pasó a una
distancia de 15 millones de kilómetros (9.6 millones de millas) de la
Tierra. Estas imágenes se centran en una región muy pequeña cercana al
corazón del cometa, el congelado núcleo sólido y nos muestran una vista
excepcionalmente clara de esta región del cometa.
La imagen de la izquierda tiene un ancho de
2070 millas (3340 km) y muestra que la mayor parte del polvo es producido en
el hemisferio del cometa orientado al Sol. También, arriba a la izquierda,
hay tres pedazos pequeños que se han separado del cometa y están formando
sus propias colas. Las regiones heladas del núcleo se activan a medida que
son iluminadas por la luz solar, proyectando grandes cantidades de polvo en
forma de chorros como los que tenuemente se ven en esta imagen. La luz del
Sol que incide sobre el polvo le da la vuelta y lo "empuja" hacia
el hemisferio que mira hacia la cola.
La imagen de abajo a la derecha es una
ampliación de la región cercana al núcleo y tiene sólo 470 millas (760
kilómetros) de ancho. El núcleo está cerca del centro de la foto, pero la
región más brillante es quizás el extremo del más potente de los chorros
de polvo más que el propio núcleo. Presumiblemente, la superficie del núcleo
está situada justo debajo de este brillante chorro. La imagen arriba a la
derecha muestra porciones del núcleo que aparentemente se han desgajado de
él. La imagen muestra al menos tres objetos diferentes que están
compuestos probablemente por polvo de grano grueso. Los fragmentos de gran
tamaño no son acelerados hacia la cola, que parece ser el caso de la imagen.
(Créditos: H. A. Weaver--Applied Research Corp., HST Comet Hyakutake
Observing Team, y NASA)
Cometa 1993a Mueller
Esta es una imagen CCD del cometa 1993a Mueller, tomada el 6 de Octubre de
1993, con un telescopio Schmidt-Cassegrain de 288mm f/5.2. El cometa tiene
una cabellera de 3 pulgadas de diámetro y una cola en forma de abanico de 7
pulgadas de lontigud.
(Cortesía Erich Meyer y Herbert Raab, Austria)
Cometa West (1975)
Esta fotografía fue tomada por el astrónomo aficionado John Loborde el 9
de Marzo de 1976. La cola de plasma azul fino está compuesta por gases y la
cola ancha blanca esta compuesta por partículas microscópicas de polvo.
(Cortesía John Laborde)
Cometa Hale-Bopp
Estas imágenes del cometa Hale-Bopp tomadas por el Telescopio Espacial
Hubble de la NASA muestran un patrón notablemente parecido a un "molino
de viento" y un grumo de escombros en vuelo libre cerca del núcleo. El
brillante racimo de luz a lo largo de la espiral (sobre el núcleo, que está
cerca del centro de la foto) podría ser un pedazo de la corteza helada del
cometa que fue lanzada al espacio por una combinación de la evaporación
del hielo y la rotación del cometa, y que luego se desitengró en un nube
brillante de partículas.
Aunque el "grumo" es unas 3.5 veces
más tenue que la porción más brillante del núcleo, el bulto parece más
brillante porque cubre un área más grande. Los escombros trazan una
espiral a medida que se separan porque el núcleo rota como un aspersor,
completando una rotación por semana.
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