El pulpo

 

 

El pulpo, molusco marino y carnívoro, está presente en aguas de climas templados y tropicales de todo el mundo.

Se caracteriza por tener un cuerpo blando con un cerebro bien desarrollado y ocho brazos, cada uno de los cuales posee dos filas de ventosas.

Pueden introducirse por cualquier apertura por donde sea capaz de hacer pasar su ojo.

Cuando son atacados, aspiran agua hacia la cavidad del manto y la expelen con una gran fuerza a través de un embudo.

Como resultado se produce su fuga propulsada a reacción, normalmente detrás de una nube de tinta.

Esta sustancia, que el pulpo expulsa para defenderse, es de color oscuro y la de algunas especies puede tener un efecto paralizante sobre los órganos sensoriales del depredador.

Además, poseen una cualidad extraordinaria: tienen tres corazones.

Dos de los corazones llevan la sangre sin oxígeno a las branquias (órganos respiratorios donde se realiza el intercambio de gases) y el tercero transporta la sangre oxigenada al resto del cuerpo.

El color azul de la sangre se debe a que los pulpos, sepias y calamares utilizan hemocianina en lugar de hemoglobina como molécula tranportadora de oxígeno, conteniendo la hemocianina cobre en lugar de hierro, razón por la cual la sangre es de color azul.