El terreno montañoso de Wales requirió de un cazador con patas largas capaz de trepar subidas inclinadas y seguir a los caballos. El Welsh Terrier fue desarrollado para eso. Es una raza que se ha mantenido inalterable por más de un siglo, tanto en su piel negra y tostada como en su famosa buena naturaleza.
Tiene su origen en Wales en el 1800. Su primer uso fue cazar ratas. Mide entre 36 y 39 cm y pesa entre 9 y 10 kg.