Los
granjeros irlandeses necesitaron de un perro para cazar pequeños animales
para la olla y también para controlar a los roedores y ratas. Estos
perros debían ser lo suficientemente grande para trabajar y lo
suficientemente chico para compartir la cama familiar. Los rulos rubios
afrutillados fueron una extravagancia que la naturaleza aportó a esta
trabajadora raza. Tiene su origen en Irlanda en el 1700. Su primer uso fue guiar ganado y cazar ratas. Mide entre 46 y 48 cm y pesa entre 16 y 20 kg. |