Cuando en Japón nace un niño, la familia debe recibir una estatua de un Akita en símbolo de alegría y larga vida. El Akita es más que un símbolo de salud , es como un sinónimo de lealtad.

El gobierno japonés declaró al Akita monumento nacional y se encuentra inmortalizado en la estación Shibuya de Tokio, por medio de una estatua llamada "Perro leal hachi". Tiene su origen en Japón en el 1600 y su primer uso fue la carga. Mide entre 60 y 71 cm. Y pesa entre 34 y 50 kg.