El hábitat del manatí

 

Al manatí se le encuentra donde hay abundante vegetación acuática en agua dulce llanas, de menos de 5 metros de profundidad o salobre cerca de la boca de los ríos, en bahías, lagos o áreas costeras de aguas tranquilas en Puerto Rico. Estos cuerpos de agua que tengan lechos de yerbas marinas son el hábitat preferido de este animal. También se puede encontrar a una distancia considerable mar afuera y es muy común observarlo cercano a las descargas de plantas de tratamiento u otras fuentes artificiales de agua dulce. Los manatíes evitan generalmente las zonas cuyas temperaturas descienden por debajo de los 20o C.

Como herbívoros acuáticos los manatíes se ven limitados a comer plantas en el agua o muy cerca de ellas. Comen teniendo la cabeza y los hombros fuera del agua, lo normal es que lo hagan en masas herbosas flotantes o sumergidas. Pueden ingerir algas, pero éstas no constituyen una parte de su dieta. Muchas de las plantas que alimentan a los manatíes se han provisto, por evolución, de mecanismos protectores especiales antiherbívoros, que reducen su digestibilidad y también su valor nutritivo para el manatí.