Cerca de 250 millones de años atrás, antes de la era de los dinosaurios, este enorme reptil herbívoro se abría camino comiéndose la vegetación que se le cruzaba por delante, en lo que hoy conocemos como Sudáfrica. Fue uno de los animales más grandes de su tiempo. Tenía un gran estómago, donde la ruda vegetación que comía era fermentada por bacterias, de manera de permitirle al reptil absorber los nutrientes. Tenía un grueso cráneo con una protuberancia de hueso, que los machos pudieron haber usado en peleas de golpes de cabeza. Se piensa que son los precursores de los mamíferos.