En sus días, este prosauropod fue un gigante entre los dinosaurios. Aunque este reptil de cinco dedos vivió cerca de cincuenta años antes de sus parientes, los sauropods, tiene muchas similitudes con aquellos gigantes herbívoros. Tenía un cuello largo y una cabeza pequeña, una larga y poderosa cola y un abultado cuerpo con forma de barril. Como la mayoría de los herbívoros, pasaba la mayor parte del tiempo caminando en sus cuatro patas y solo ocasionalmente se paraba en las patas traseras para comer.