Probablemente el pariente más grande del cocodrilo moderno que jamás haya vivido fue este espécimen, que se escurría en pantanos de agua dulce a la caza de dinosaurios y otras criaturas prehistóricas. Los expertos estiman que medían casi 15 metros, lo que no ha podido probarse ya que solo se ha encontrado su cráneo que sólo medía 6 pulgadas de largo.