Sus alas medían más de cuatro metros. Su cuerpo compacto y bien balanceado le permitía volar con facilidad y acechar a sus presas desde el aire. Su largo pico estaba lleno de dientes curvos que le impedían cerrarlo completamente, permitiéndole así asegurar a sus presas entre los dientes y que, a la vez, el agua escurriera fuera de su boca.